La noche del último episodio de la semana en «El hormiguero», presentado por Pablo Motos en Antena 3, estuvo marcada por la presencia de María Hervás, quien ya no es una desconocida en el plató del conocido programa. La actriz acudió para hablar sobre su nuevo e intrigante desafío profesional en el mundo del teatro con el proyecto «Second Woman». Este ambicioso proyecto verá a Hervás actuando ininterrumpidamente durante veinticuatro horas, desde las 18:00 del 6 de julio hasta la misma hora del día siguiente. La actriz reveló que, aunque tiene conocimiento de algunas de las cosas que sucederán en escena, hay otras que serán una completa sorpresa tanto para ella como para el público.
Su participación generó una mezcla de asombro y humor por parte de Motos, quien comentó sobre el físico y mentalmente exigente reto de Hervás con términos como «estar como cabra». La conversación llevó a Hervás a compartir anécdotas de su carrera, entre ellas una experiencia especialmente llamativa durante su primer monólogo. En un intento de conectar con el público, seleccionó a un espectador en particular para compartir un momento especial, solo para descubrir luego que era invidente, un encuentro que dejó a Hervás con una mezcla de perplejidad y preocupación.
Este intercambio, además de mostrar el humanismo y la espontaneidad presentes en el teatro, también sirvió para ilustrar cómo los actos más simples pueden tener un impacto inesperado, tanto para los artistas como para su audiencia. Hervás reflexionó sobre el episodio con humor, pero también destacó su temor a haber incomodado al espectador involucrado, quien, para su alivio, vivió la experiencia de manera natural.
La aparición de María Hervás en «El hormiguero» sirve como un vistazo dentro de los retos y sorpresas inesperadas que enfrentan los actores en su profesión, mientras promocionan su trabajo y comparten experiencias personales que resuenan tanto en el escenario como fuera de él. Con proyectos como «Second Woman», Hervás no solo se pone a prueba a sí misma como actriz en contextos de performances maratonianas, sino que también realza la capacidad del teatro para provocar, conectar y sorprender.
