El sentido de pertenencia y la identidad institucional son aspectos fundamentales para garantizar la satisfacción de los trabajadores, la atracción del talento, la viabilidad de los planes de negocio y las relaciones comerciales y comunicativas con los distintos públicos estratégicos. Así lo considera Luis Romero-Rodríguez, especialista en cultura corporativa, prevención de crisis organizacionales y profesor e investigador universitario, quien advierte sobre los retos y problemas que deben atenderse en el sector de la educación superior.
Según Romero-Rodríguez, las universidades públicas en España están enfrentando dificultades en la creación y mantenimiento del sentido de pertenencia e identificación institucional en comparación con los centros privados. Esta situación, afirma, no se debe exclusivamente a cuestiones económicas o de presupuestos de publicidad y endomarketing, sino a la falta de estrategias para conectar con la comunidad académica y a la existencia de problemas de convivencia no resueltos en algunos campus públicos.
El especialista explica que en muchas universidades públicas existen prácticas clientelares y de protección a ciertos «popes» por parte de las autoridades, generando sistemas de jerarquías y situaciones de abuso laboral que afectan a becarios, contratados pre y postdoctorales, y profesores contratados no permanentes. Además, señala que la ausencia de una correcta planificación de cultura e identidad corporativa, sumado a la falta de atención a problemas internos, crea un ambiente propicio para crisis organizacionales.
Romero-Rodríguez destaca que a pesar del esfuerzo por ejecutar actividades de integración y mantenimiento relacional, muchas universidades públicas están expuestas a crisis que son reflejo de incidentes internos no atendidos.
En este sentido, el experto apunta que si las condiciones de trabajo y el clima laboral de los profesores y el personal administrativo son deficientes, la calidad del servicio educativo prestado se verá afectada. Añade que muchos trabajadores en los centros públicos están en una situación de «renuncia silenciosa», trabajando lo mínimo para conservar su puesto debido a la falta de reconocimiento y posibilidades de mejora.
Romero-Rodríguez destaca la importancia de atender el llamado «salario emocional» y de realizar un diagnóstico integral de clima y satisfacción laboral. Propone la planificación de acciones de mejoramiento relacional y clima laboral consensuadas con los stakeholders internos para prevenir situaciones de riesgo de convivencia y mejorar las relaciones con el alumnado.
El experto afirma que tener al talento humano motivado, integrado y escuchado es fundamental para garantizar relaciones óptimas con los estudiantes y graduados, lo cual termina repercutiendo en la reputación de las instituciones.
En resumen, el sentido de pertenencia y la identidad institucional son aspectos cruciales para el buen funcionamiento de las universidades, y su falta de atención puede desencadenar crisis organizacionales y afectar la calidad del servicio educativo prestado. Es necesario abordar estos problemas de forma integral y consensuada para garantizar un ambiente laboral óptimo y mejorar la reputación de las instituciones educativas.
