En el momento de mayor recuperación por el negocio que se perdió a causa de la pandemia, los talleres de Castilla-La Mancha van a crecer este año un 11,7% hasta los 417,9 millones de euros, aunque es una cifra que todavía se ubica 3,1% por debajo a 2019. Se espera que en 2022, al cierre del proceso de volver a niveles precovid, de acuerdo al informe “Cartografiando la posventa” de Solera –que mueve más de cuatro millones de recuperaciones al año, y que analizó como impacta este sector de la posventa municipio por municipio.
Por ciudades, Albacete va a ser la que más negocios concentre para los talleres, con el 6,8% de facturación; seguido de Guadalajara (5,8%), Toledo (4,4%), Ciudad Real (4,3%) y Talavera de la Reina (3,3%) como el Top 5 de municipios donde más actividad va a haber en el año y, por tanto, donde los talleres tendrán que prestar mayor atención.
España, a mitad de camino
En lo que refiere al mercado español en su conjunto, el sector va a cerrar el año con una facturación de 12.726 millones, un aumento del 14,7%, pero todavía tienen que alcanzar la cota de los 14.000 millones para regresar a un escenario exactamente anterior al COVID-19.
Esta mejora del escenario económico y sanitario va a generar más volumen de trabajo a los talleres, de modo que las reparaciones, después de caer el año pasado un 18%, van a crecer en el conjunto del país un 11,4%. La cifra, sin embargo, es un 8,7% inferior a la de 2019, constatando así que el sector de momento sólo ha podido conseguir la mitad de lo que perdió.
Cuando llegue la recuperación, será distinta para los talleres a la salida de la crisis previa, ya que especialmente hubo un envejecimiento del parque, más acusado. Si en 2015 los coches de más de 10 años representaban el 53% del total en circulación, ahora representan el 62%. Sin embargo, y a pesar de ser una gran mayoría y disparar por arriba de los 13 años la antigüedad, a más “canas”, menos taller, pues apenas representan el 25% de las reparaciones.
Otra clave en la recuperación va a ser la movilidad, en tanto los españoles hicieron un 23% menos de kilómetros el año pasado. Por cada kilómetro que dejaron de recorrer, se estima una pérdida de facturación de 114 euros por vehículo y año. En este sentido, el fin de las restricciones de movilidad permitirá recuperar el ritmo habitual de la circulación, fundamental ya que la posventa depende en esencia del movimiento.