La aerotermia se ha convertido en una tecnología de climatización innovadora que está ganando popularidad en toda Europa. Se presenta como una alternativa más eficiente a los sistemas de climatización tradicionales, como las calderas de gas y de gasoil, los termos eléctricos y los equipos de aire acondicionado.
Una de las principales ventajas de la aerotermia es su capacidad para producir agua caliente, calefacción y refrigeración en un mismo sistema, lo que reduce considerablemente los consumos energéticos. De hecho, se estima que puede llegar a reducir hasta un 80% de los consumos en comparación con los sistemas tradicionales.
Aunque la aerotermia ha sido ampliamente utilizada en el norte de Europa, especialmente en países como Noruega, Suecia y Finlandia, su popularidad está creciendo en otros países como Francia, donde se instalan más de 600,000 bombas de calor al año. En contraste, en el Reino Unido se ha debatido la baja tasa de instalación de estos sistemas y se ha propuesto su obligatoriedad en edificios de nueva construcción.
En España, los sistemas de aerotermia también están ganando terreno y se espera que representen una proporción significativa de los sistemas de calefacción instalados para 2030. Sin embargo, uno de los principales obstáculos para su popularización masiva es el alto costo inicial de estos sistemas, que ronda los 8000 euros. A pesar de esto, diversos estudios demuestran que, en la mayoría de los casos, la inversión es rentable a largo plazo.
Un estudio reciente publicado en la revista científica Joule concluyó que los sistemas de aerotermia son mucho más eficientes de lo que se pensaba, incluso a temperaturas muy bajas. Su rendimiento puede llegar a ser entre 4 y 6 veces superior al de un sistema de calefacción tradicional.
Además del ahorro energético, es importante mencionar las subvenciones que actualmente ofrecen los gobiernos europeos para la instalación de sistemas de aerotermia. En España, por ejemplo, es posible obtener hasta 6600 euros en subvenciones para viviendas con suelo radiante instalado y 4830 euros para viviendas con radiadores de baja temperatura. Esto, sumado a un bajo costo de mantenimiento y la posibilidad de combinar la aerotermia con placas solares fotovoltaicas, permite que la inversión pueda ser amortizada en un plazo relativamente corto.
Como resultado de todas estas ventajas, los sistemas de aerotermia están en auge y se espera que generen miles de millones de euros en ventas en los próximos años. Esto se evidencia en la reciente adquisición por parte de la empresa Carrier de la unidad de bombas de calor del fabricante alemán Viessmann por una cifra de 12 billones de euros.
En resumen, la aerotermia ha llegado para quedarse y se está convirtiendo en una opción cada vez más popular en los hogares europeos. Aunque su alto costo pueda ser un obstáculo inicial, los beneficios a largo plazo, como el ahorro energético, las subvenciones gubernamentales y la eficiencia comprobada, hacen de la aerotermia una inversión rentable y atractiva para aquellos que buscan un sistema de climatización eficiente y sostenible.