Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente llegaron ayer a la localidad albaceteña de Aguas Nuevas, trayendo con ellos la ilusión a todos los vecinos. La magia inundó las calles del municipio durante las horas que Melchor, Gaspar y Baltasar estuvieron visitando cada uno de los hogares de los acuanovenses.
La del 5 de enero es una fecha que se torna aún más especial en este punto de la geografía manchega, puesto que desde hace ya más de 40 años los Reyes Magos no sólo pasean por las calles de Aguas Nuevas en la tradicional cabalgata, sino que también tocan a la puerta de cada una de las casas de los vecinos, pudiendo entregarles en persona los tan esperados regalos. Es de imaginar la ilusión con la que, sobre todo, los más pequeños de la familia aguardan a Sus Majestades: ellos tienen el privilegio de poder verlos de cerca, hablar con ellos y recibir aquellos presentes que les han pedido en sus cartas enviadas tan solo unos días antes.
Días de intenso trabajo para un recibimiento de Reyes
En esta ocasión, los Reyes Magos han hecho entrega de alrededor de 2.000 regalos a las familias de la localidad albaceteña. Música, color, alegría y alboroto. Las caras de los niños reflejaron, una vez más, que la magia sí existe.
Para ello, en Aguas Nuevas se han vivido días de duro trabajo. Desde el pasado 2 de enero y hasta el miércoles 4, el ‘Almacén Real’ de la localidad ha permanecido abierto casi todo el día para recibir las cartas de los vecinos dirigidas a Oriente. Más de 100 personas, entre personas de la Asociación Cultural Reyes Magos Aguas Nuevas y pajes reales, han estado trabajando sin descanso para que la cita de ayer fuera todo un éxito y que el recibimiento a los Reyes estuviera a la altura de las circunstancias. El presidente de la asociación, Ramón Escot, afirmaba ayer que ésta se trata de “una de las fiestas de Aguas Nuevas en la que más vecinos participan, en la que más se vuelca la gente del pueblo” y aprovechó la oportunidad para animar a los más jóvenes a que “cojan el testigo de esta bonita tradición”.
Melchor, Gaspar y Baltasar, acompañados de unos 70 pajes, llegaban a la Parroquia de San Isidro Labrador a las 17.00 horas de la tarde de ayer. Daba comienzo así la mágica Noche de Reyes. Todos los habitantes de Aguas Nuevas estaban allí para recibirles y acompañarles en su paseo por cada una de las puertas de la localidad. Un año más que se suma a este bonito sentir popular que comenzaba en el año 1976. Por aquel entonces, el ‘Almacén Real’ recibió 16 cartas. A lo largo de estas décadas, esta entrañable costumbre se ha metido en los corazones de los vecinos de Aguas Nuevas, que ya la sienten suya, que esperan con impaciencia a lo largo de doce meses y que en esta edición ha llegado a sumar alrededor de 2.000 misivas.