La localidad de Villarta de San Juan, un año más, ha recuperado el olor a pólvora tan característico de cada 24 de enero, día grande de la festividad de Las Paces y en el que la patrona del municipio, la Virgen de la Paz, recorre las calles de Villarta arropada por las 28 peñas coheteras de la localidad que durante más de cinco horas lanzan decenas de miles de cohetes en señal de fe y devoción.
Tras la función religiosa, la patrona salía de su templo a la una de la tarde entre vítores y aplausos de vecinos y visitantes, comenzando así el recorrido procesional que marcaba el inicio de una jornada festiva llena de pólvora y tradición. A lo largo de las calles de Villarta de San Juan, la Virgen de la Paz avanzaba lentamente, escoltada por los miembros de las distintas peñas coheteras.
A medida que la tarde avanzaba, la procesión llegaba al punto álgido con la llegada de la Virgen de la Paz al mirador de la iglesia de San Juan, conocida por todos como la ‘iglesia vieja’, desde donde la imagen de la patrona y los fieles que la acompañaban observarían la denominada ‘Operación 2.000’.
A las tres y media de la tarde llegaba la ansiada y esperada ‘Operación 2.000’, una singularidad de estas fiestas que la hace única. 2.000 docenes de cohetes que explotan en apenas tres minutos.
Tras el estruendo asolador de los 24.000 cohetes lanzados, que han hecho vibrar literalmente toda la localidad de Villarta, la virgen se ha dirigido hacia su iglesia, donde descansará hasta el próximo año. Pero antes, los vecinos han pujado por ser ellos quienes el próximo año porten a su patrona a hombros por las calles de la localidad.