El 19 de octubre se celebra el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, una fecha que invita a la reflexión sobre los desafíos que enfrentan las mujeres, especialmente al cumplir los 40 años. Esta etapa de la vida, marcada por cambios físicos y emocionales, es crucial para la salud femenina, ya que se incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades, como el cáncer de mama, cuyo diagnóstico en mujeres menores de 40 representa aproximadamente un 10% del total, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Este hecho subraya la importancia de la prevención y cuidado de la salud como acciones fundamentales en la vida de las mujeres.
A medida que las mujeres alcanzan los 40 años, su cuerpo experimenta cambios hormonales significativos, que no solo afectan su salud física, sino también su bienestar mental y emocional. Estos cambios pueden provocar síntomas como ansiedad, irritabilidad y un sentimiento de vulnerabilidad. En este contexto, la prevención del cáncer de mama se vuelve esencial, ya que las pruebas regulares ayudan a detectar lesiones precoces, evitando tratamientos agresivos y minimizando el impacto físico y psicológico.
Según la Dra. Daniela Silva de Cigna Healthcare España, es fundamental enfrentar el miedo al posible diagnóstico de cáncer con un enfoque preventivo: visitas regulares al ginecólogo, autoexploraciones mamarias y cribado en mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama son hábitos que potencian la detección temprana de anomalías, reduciendo así la ansiedad y empoderando a las mujeres en el cuidado de su salud.
El cáncer de mama sigue siendo el tipo más prevalente a nivel mundial y la principal causa de mortalidad por cáncer entre las mujeres. En España, la Asociación Española Contra el Cáncer estima que la prevalencia en 2023 es de 151.945 mujeres. Cigna Healthcare, con motivo del Día Mundial contra el Cáncer de Mama, ha desarrollado la guía «El Cáncer en la Empresa II», la cual aborda estrategias de gestión del cáncer de mama y proporciona consejos para establecer una base sólida de hábitos preventivos.
Entre los consejos destacados por Cigna Healthcare se encuentra la gestión de la neofobia y la aceptación de los cambios como parte del proceso natural de envejecimiento. Crear una red de apoyo sólida, integrada por familiares, amigos y profesionales, es fundamental para sobrellevar los retos emocionales y sociales que pueden presentarse en esta etapa. Igualmente, no se deben posponer las revisiones médicas; el autocuidado a través de mamografías y chequeos de rutina es esencial para mantenerse saludable.
Además, se recomienda llevar un «combo antiaging», una combinación de ejercicio regular que incluya fuerza y resistencia para contrarrestar la ralentización del metabolismo y la pérdida ósea y muscular que ocurre a partir de los 40 años. Adaptar una dieta rica en fibra, proteínas saludables y calcio también es crucial para mantener el equilibrio hormonal y físico.
Por último, cuidar las hormonas durante la perimenopausia es vital para una transición saludable. Mantener un balance hormonal a través de hábitos saludables, o en algunos casos mediante tratamientos médicos supervisados, puede aliviar síntomas como sofocos y problemas de sueño. La terapia hormonal sustitutiva, aunque puede ser beneficiosa, debe evaluarse con precaución especialmente en mujeres con alto riesgo de cáncer de mama.
Estas recomendaciones promueven una salud integral y fortalecen la capacidad de las mujeres para enfrentar una década decisiva que, aunque desafiante, puede ser abordada con serenidad y optimismo. Factores como la promoción de la salud, el bienestar emocional y una red de apoyo, se transforman en pilares fundamentales para que las mujeres de 40 años vivan esta etapa plenamente, asegurando una mejor calidad de vida en el futuro.