Lorenzo Domínguez Donaire ha sido elegido como el nuevo presidente de CSIF Castilla-La Mancha en el marco del X Congreso General Autonómico de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios, con un amplio respaldo al recibir el 93,2 por ciento de los votos. Domínguez, quien anteriormente dirigía CSIF Ciudad Real desde febrero de 2017, asume su puesto con una extensa carrera de 30 años en la enseñanza pública de la región, sucediendo a Julio Retamosa.
Al agradecer a Retamosa por su gestión, la cual ha consolidado a CSIF como el sindicato líder de la función pública en Castilla-La Mancha y ha impulsado su crecimiento en el sector privado, Domínguez ha expresado su compromiso continuo con los trabajadores. Afirmó que el sindicato seguirá siendo la voz de los diversos colectivos que conforman la estructura de la sociedad.
Entre las prioridades del presidente electo, se encuentra el enfrentar los recortes persistentes que han afectado a los empleados públicos desde 2012, la recuperación del poder adquisitivo perdido y la mejora de las condiciones laborales. Domínguez también apunta a reforzar los servicios públicos y combatir la vulneración de derechos, el empobrecimiento social, el paro, la brecha salarial y la siniestralidad laboral. Resaltó la importancia de que el sindicato se mantenga como un agente social clave, defendiendo a los grupos más vulnerables y procurando que los servicios públicos no dependan de los conflictos políticos de los gobiernos en funciones.
En el contexto ejecutivo del sindicato, María Ángeles Ruiz ha sido nombrada vicepresidenta, mientras que Victoria Ortiz, Marisa García y Francisco Navarrete se encargarán de las secretarías de área. El Comité Ejecutivo se completa con los presidentes de las cinco provincias.
Por su parte, Retamosa se despidió de su cargo con satisfacción, destacando los logros electorales, el incremento en la afiliación, la solidez económica y la unión dentro del sindicato. En el acto de clausura, Miguel Borra, presidente nacional de CSIF, expresó su inquietud por el estancamiento administrativo y la falta de diálogo, apuntando al anuncio reciente del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como un signo de extendida inmovilidad administrativa. Criticó la falta de Presupuestos Generales del Estado y los problemas derivados de plantillas públicas envejecidas y la pérdida de poder adquisitivo, enfatizando la necesidad de interlocutores para la negociación.
