En el corazón de España, las provincias de Cuenca, Guadalajara y Toledo conforman una región rica en historia, cultura y patrimonio natural. Estas provincias, ubicadas en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, son conocidas por su diversidad paisajística y su legado histórico.
Cuenca, una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es famosa por sus casas colgadas que desafían la gravedad, ofreciendo vistas impresionantes del río Huécar. Además de su capital, la provincia de Cuenca alberga encantadores pueblos y parajes naturales como la Ciudad Encantada, un peculiar conjunto de formaciones rocosas que han sido moldeadas por la acción del viento y el agua a lo largo de millones de años.
Guadalajara, situada al noreste de Castilla-La Mancha, destaca por sus rescoldos medievales y su paisaje diverso, que va desde las llanuras hasta las montañas del Sistema Central. En esta provincia se encuentran monumentos de gran relevancia histórica como el Palacio del Infantado y el Castillo de Zafra, este último situado en la localidad de Campillo de Dueñas y que ha cobrado fama reciente por aparecer en famosas series televisivas.
Toledo, conocida como la «Ciudad Imperial», ha sido un crisol de culturas a lo largo de los siglos, siendo hogar de cristianos, musulmanes y judíos. Su casco histórico, también Patrimonio de la Humanidad, revela una rica herencia arquitectónica que incluye la majestuosa Catedral Primada, el Alcázar de Toledo y el Monasterio de San Juan de los Reyes. Más allá de su capital, la provincia ofrece paisajes tan diversos como los Montes de Toledo y el Parque Nacional de Cabañeros, reserva natural de gran importancia ecológica.
Las tres provincias comparten una rica gastronomía que destaca por platos como el cordero asado, el morteruelo y las gachas, todos elaborados con ingredientes locales y métodos tradicionales que han pasado de generación en generación.
El potencial turístico de Cuenca, Guadalajara y Toledo se ve reforzado por un creciente interés por parte de visitantes nacionales e internacionales, quienes son atraídos por su singular combinación de historia, cultura y naturaleza. La región afronta el reto de conservar su patrimonio natural y cultural mientras se adapta a las demandas del turismo moderno, buscando un equilibrio sostenible que permita preservar su riqueza para las futuras generaciones.
Nota de prensa de ANPE Castilla-La mancha.
