El libro “El Eco de Miguelturra” del autor miguelturreño, Rafael Sánchez Espinosa, será presentado el próximo 1 de octubre a las 21 horas en la Casa de cultura de Miguelturra (Ciudad Real). En dicho acto de presentación participará el autor, la alcaldesa, Laura Arriaga, y Marcial González como maestro de ceremonias.
“El Eco de Miguelturra” de Rafael Sánchez Espinosa
Según ha informado el propio autor, «El Eco de Miguelturra», es un ensayo que ofrece «un recorrido desde el análisis de la obra de Galdós y las obras en las que se cita a Miguelturra, pasando por el contexto que las rodea y las personas relacionadas con la localidad, por nacimiento o por tener algún vínculo con ella, hasta un epílogo final».
Un trabajo literario que nace gracias a la inquietud del autor por saber y conocer todo lo que tiene que ver con Miguelturra, su historia, su cultura, sus tradiciones, su gente, etcétera, y cuya investigación bibliográfica da comienzo a raíz del estudio de la mención que Cervantes hace de la localidad en El Quijote o en la obra de Galdós.
Inspiración del libro “El Eco de Miguelturra”
Rafael Sánchez Espinosa, diplomado en Magisterio y funcionario de la Biblioteca de Castilla-La Mancha, destaca que «fue una pieza de finales del siglo diecinueve, «Las de Miguelturra», el origen de esta publicación, y, poco a poco, a través de búsquedas exhaustivas, fueron apareciendo más hallazgos en los que no solo se le mencionaba a la localidad, sino que la acción transcurría en el municipio».
Así fue como el autor encontró hasta un total de trece títulos, pertenecientes al denominado «género chico», en los que aparecía el nombre de Miguelturra en la misma línea temporal: estaban escritas entre mediados del siglo diecinueve y principios del siglo veinte.
Miguelturra en la celebérrima obra de Pérez Galdós
Esta investigación ha permitido comprobar cómo Miguelturra no se limitaba únicamente a aparecer en este tipo de obras, sino que también lo hacía, además de en la celebérrima obra de Pérez Galdós, en artículos, cuentos, glosas, viñetas, etcétera, que componían las distintas y variadas revistas de la época. Con todo este material, no conocido hasta la fecha, Sánchez Espinosa se plantea un objetivo básico: darlo a conocer a través de su publicación.
Fue a raíz de toda esa investigación cuando el autor descubre otra finalidad y principal meta de este trabajo: buscar el motivo por el que Miguelturra fuera regularmente utilizada en estas obras, «lo que ha permitido conocer mejor la vida, costumbres y vicisitudes que han rodeado a nuestros antepasados recientes – señala el escritor – así como revivir alguna situación trágica y peligrosa, como terribles daños ocasionados por granizadas y tormentas, asesinatos, accidentes en pozos, el hundimiento de la plaza de toros con numerosos heridos o la escapada de los toros que llevaban al pueblo para la tradicional corrida del día posterior al día de la Virgen y que hicieron huir despavoridos a los integrantes de la procesión».
Esta obra también ofrece la posibilidad de conocer situaciones curiosas y extraordinarias, como el celebrado aterrizaje, un 16 de diciembre de 1907, del globo «Jipaeto» tripulado por Alfredo Kindelán y Luis Fernández de Córdoba y Salabert, Duque de Medinaceli, además de otras anécdotas y situaciones que tienen que ver con obras y protagonistas de Miguelturra.