La crisis económica que ha traído el coronavirus, ha afectado a muchos negocios que han visto como su facturación caía de forma alarmante. Esta situación ha afectado especialmente al mundo del automóvil, donde las ventas de vehículos nuevos y de segunda mano se han desplomado. A esto hay que sumarle que el número de clientes en los talleres ha caído en picado, según datos que maneja el comparador Acierto.

Descenso en picado de las ventas

En concreto, la venta de vehículos de segunda mano se contrajo en septiembre un 13,5% respecto del año anterior. La cifra llama la atención si tenemos en cuenta que inicialmente la falta de coches nuevos -por la bajada de producción- había trasladado la presión al mercado de segunda mano. Tampoco podemos perder de vista el factor económico, la razón por la que muchos usuarios recurrían a esta clase de coches con el objetivo de gastar menos.

En cualquier caso, respecto a los pocos que se venden, se trata principalmente de vehículos que superan los 15 años de edad. Las operaciones de este tipo representan más del 25% del total. La mayoría de transacciones las realizan particulares (sobre el 52%). Un tipo de vehículo que, según las estadísticas de Acierto.com, se ve inmerso en mayor número de accidentes con víctimas mortales y recurre con más asiduidad a su seguro.

La caída de las reparaciones, un peligro

En cuanto a la caída en los talleres, se estima que cada ola ha llegado a triplicar el descenso de las reparaciones. Algo que inicialmente podrían justificar la reducción de la movilidad, el auge del teletrabajo y los cierres perimetrales, pero que hoy cobra otro sentido.

De hecho, algunos propietarios de talleres ya han lanzado la voz de alarma: han detectado una bajada de clientela de alrededor del 60%. “Se trata de un usuario que deja de reparar su vehículo por una cuestión económica, que espera hasta el último momento para acudir al taller, cuando ya no le queda más remedio”, comentan desde Acierto.com.

“A esto hay que añadir un parque automovilístico que no deja de envejecer, con vehículos que se aseguran a terceros y en los que se quiere gastar mucho dinero. Esto se hace extensible a las reparaciones y al mantenimiento del vehículo”, matiza el comparador de seguros de coche.

En concreto, más del 49% de los conductores reconoce que solo va al taller cuando surge alguna avería. Y un tercio ni siquiera realiza las revisiones estipuladas por el fabricante. 1 de cada 5 ni siquiera sabe cuándo debería pasarlas. Tampoco se cambian los neumáticos a tiempo: lo ideal es hacerlo tras recorrer 40.000 kilómetros, pero el 46% de los españoles los sustituye cuando superan los 50.000, y el 12%, al pasar los 65.000.

Todo esto, como apuntábamos, incrementa las posibilidades de sufrir un percance en carretera -tanto un accidente como una avería-. Los coches antiguos protagonizan 2 de cada 5 accidentes. El riesgo de muerte, además, se duplica en los que rebasan la década de edad. La falta de mecanismos de seguridad tiene mucho que ver.

“Estos coches tienen muchas más posibilidades de tener una avería durante la marcha, pues sus piezas y componentes están más desgastados. Esto les hace necesitar con más frecuencia la asistencia en carretera de su póliza (el 40% de los conductores la ha usado alguna vez, y en el caso de los vehículos antiguos el porcentaje se dispara). Lo que acaba derivando también y por regla general, en seguros de auto más caros”, indican los expertos de Acierto.com.

Para terminar, a la ausencia de clientes de los talleres se suman algunos más: la subida de suministros, que incrementa los costes a los que deben hacer frente; y la escasez de piezas para las reparaciones. En definitiva una situación que podría provocar que en torno al 20% de los talleres que operan hoy, no lo hagan de hoy hasta el 2030.

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