El auge de las operaciones de venta con alquiler garantizado para personas mayores de 65 años se ha hecho evidente en los últimos meses. De acuerdo con los datos de Màs Vida, una de cada tres personas mayores utiliza esta vía para liquidar su patrimonio inmobiliario. En España, hay más de 9 millones de personas mayores de 65 años, lo que representa el 20% de la población, y tienen una pensión de jubilación media de apenas 1.350 euros al mes.
Estas operaciones permiten a las personas mayores obtener ingresos a través de la venta de su vivienda, lo que les permite cancelar hipotecas o hacer frente a otras deudas, al tiempo que obtienen liquidez y se aseguran poder seguir viviendo en su hogar pagando un alquiler a un precio convenido.
En el momento de formalizar la compra-venta ante un notario, se firma un contrato de arrendamiento con el comprador por el plazo determinado por el vendedor. Este contrato se registra en el registro de la propiedad, lo que proporciona todas las garantías legales para que los nuevos inquilinos puedan permanecer en la vivienda durante el tiempo acordado.
El importe obtenido por la venta y el precio del alquiler dependerán de la edad de los propietarios. Como ejemplos, podemos ver los siguientes casos: en caso de una vivienda valorada en 250.000 euros y propietarios de entre 65 y 70 años, se plantea una venta de 175.000 euros y un alquiler de 620 euros al mes. Si los propietarios tienen entre 70 y 75 años, el valor de venta sería de 187.500 euros y el alquiler de 625 euros al mes. En el caso de los propietarios de entre 76 y 80 años, el valor de venta sería de 193.750 euros y el alquiler de 630 euros al mes.
Según los datos de Màs Vida, este tipo de operaciones ha experimentado un aumento del 30% en el último año. Julián Franco, Socio Director de esta compañía, explica que las personas que realizan ventas con alquiler garantizado suelen ser más jóvenes que aquellos que venden en nuda propiedad, ya que obtienen más dinero por su vivienda, dado que el inversor y nuevo propietario cobra una renta desde el primer día.
Es posible hacer este tipo de operaciones incluso si la vivienda tiene cargas hipotecarias, siempre y cuando estas se puedan cancelar con el importe obtenido por la venta. De hecho, una de las razones para recurrir a esta fórmula es cancelar una hipoteca con cuotas muy altas para mejorar la liquidez. Por ejemplo, un propietario que esté pagando una hipoteca de 1.000 euros al mes podría liquidarla con el pago obtenido por la venta, disponer del dinero sobrante y pagar una renta de alquiler inferior a la cuota de la hipoteca.
Una vez realizada la operación, el vendedor solo deberá hacer frente al Impuesto Municipal de Plusvalía, ya que los demás gastos (notaría, Registro de la Propiedad, Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados) serán asumidos por el comprador. Si la operación se realiza sobre una vivienda declarada como habitual, el vendedor está exento de pagar impuestos por el incremento del patrimonio en el IRPF.
La venta con alquiler garantizado se puede hacer de tres formas: con un alquiler vitalicio pactado hasta el fallecimiento del vendedor; con un plazo de alquiler limitado después del cual el arrendatario abandonará la propiedad; o una venta en la que el precio se recibe en varios plazos, garantizando el pago mediante una condición resolutoria.
Más Vida es una empresa especializada en soluciones financieras para complementar los ingresos de mayores de 65 años utilizando su patrimonio inmobiliario. La empresa realiza operaciones de nuda propiedad en pago único o renta vitalicia, ventas con alquiler garantizado, hipotecas inversas, entre otras. Cuenta con profesionales del sector financiero e inmobiliario y tiene oficinas en Madrid, Barcelona, Comunidad Valenciana, Canarias y Cantabria.
La compañía trabaja con sociedades de tasación independientes y homologadas por el Banco de España y la CNMV para tasar los inmuebles, y cuenta con una cartera de inversores con amplia experiencia en el mercado inmobiliario. Todas las operaciones que lo requieran están supervisadas y reguladas por las autoridades monetarias.