La tecnología de inteligencia artificial conocida como redes neuronales y aprendizaje profundo (conocido como Deep Learning) ha permitido que los deepfakes se conviertan en una amenaza real para las empresas y la sociedad en general. Los deepfakes son videos o imágenes alteradas digitalmente para hacer que alguien parezca ser otra persona. Los ciberdelincuentes los utilizan para difundir información falsa, realizar estafas o incluso extorsionar y chantajear a empresas.

Los deepfakes pueden ser utilizados para difundir desinformación, manipulación de la opinión pública e incluso para crear videos pornográficos falsos de personas conocidas. Los ciberdelincuentes también pueden utilizarlos para engañar a los responsables de recursos humanos y robar datos de las empresas.

Para crear deepfakes, los ciberdelincuentes necesitan muchos datos como fotos, videos y audio de la persona a suplantar. También necesitan un ordenador y software actualizados, lo que hace que la creación de deepfakes sea un recurso al alcance de pocos ciberdelincuentes.

Kaspersky recomienda a las empresas revisar las prácticas de seguridad, informar al personal sobre los riesgos que implica un deepfake y usar fuentes de información fiables. Ser escéptico frente a videos o grabaciones de voz, así como tener en cuenta las características que puedan indicar que un video es falso, también son recomendaciones importantes para prevenir este tipo de amenazas.

Aunque el peligro de los deepfakes es real, su alto costo de creación hace que sea una amenaza poco común. La monitorización constante de la darknet ayuda a conocer las últimas tendencias y actividades de los ciberdelincuentes, siendo una herramienta útil para mantenerse informado y protegerse contra estas amenazas.

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