En el último debate de «Supervivientes All Stars», Jorge Pérez ha sido el centro de todas las miradas, y no precisamente por los motivos que él hubiera deseado. Tras su participación en el programa, donde quedó en cuarto lugar, muchos de los seguidores del reality han expresado su descontento con la actitud que el ex guarda civil mostró durante el encuentro final, cuestionando su posición de víctima y criticando fuertemente la manera en que se abordó su pasada infidelidad.
El debate ha cobrado especial relevancia en las redes sociales, donde los seguidores de «Supervivientes» se han lanzado sin miramientos contra Pérez, rememorando su supuesta infidelidad a su esposa, Alicia Peña, con Alba Carrillo. Un tema que, lejos de quedarse en el pasado, ha vuelto a salir a la luz con fuerza, poniendo en duda la imagen pública de Jorge y generando una ola de críticas por su intento de adoptar un papel de mártir.
La indignación no solo ha sido palpable entre los telespectadores, sino que también ha salpicado a la presentadora Sandra Barneda. Muchos han acusado a la cadena de intentar blanquear la imagen de Pérez frente a las cámaras, una acción que los usuarios en X (anteriormente Twitter), han tildado de complice de misoginia. Frases como «Pero, ¿por qué va de víctima? Le pusiste los cuernos, porque te salió de abajo, y ya está. No hay más», o «El que fuiste infiel, fuiste tú, no quienes te lo recuerdan», ilustran la polarización y el descontento generalizado con respecto a cómo se ha manejado toda la situación.
Además de los reproches personales hacia Jorge y las críticas a la conducta de Sandra Barneda, muchos han expresado su aburrimiento y decepción respecto a la entrevista realizada al exconcursante, criticando su paso todo menos memorable por el reality. En este ambiente tenso, la presentadora tuvo incluso que cortar a Pérez cuando este, al borde de las lágrimas, parecía a punto de ahondar en el tema, indicándole que «no es ahora el momento».
Este último episodio en la saga de «Supervivientes All Stars» deja claro que el público no está dispuesto a pasar por alto las controversias, por muy famoso que sea el programa o sus participantes. En un tiempo donde la televisión se encuentra cada vez más bajo el escrutinio del espectador consciente, este tipo de escándalos evidencian que la audiencia busca autenticidad y responsabilidad, tanto dentro como fuera de la pantalla.
