La pandemia del COVID-19 lo cambió todo. También las fórmulas para que los jóvenes españoles estudien en Estados Unidos, aunque en este caso la transformación es para mejor. Al contrario de la idea prefijada en el imaginario colectivo, los programas de ayudas para cruzar el Atlántico no se han cancelado o menguaron pese a las restricciones de entrada a EEUU. Los centros educativos norteamericanos mantienen las cuantías económicas para atraer talento español y el flujo de desplazamientos es igual al de años anteriores. ¿Qué cambió? Las garantías son, ahora, mucho mayores.
Las becas fueron blindadas para aportar más seguridad a las familias beneficiadas. También los centros educativos, los conocidos como high school implementaron protocolos que convierten los campus en espacios impenetrables en donde los contagios son casi imposibles.
Seguros anti COVID-19 para las familias
“Es un falso mito que por la pandemia no se pueda estudiar en EEUU. Es más, te diría que este curso hemos tenido más facilidades”, confiesa Alberto Albertos, consultor educativo de Deaquíparafuera, empresa especializada en la gestión de becas deportivas. Pese a ello, la preocupación de las familias sí ha crecido. “Ahora cuando nos contactan dedican mucho más tiempo a informarse sobre las protecciones de todo tipo: desde sanitarias hasta económicas. Es lógico. Nos confían a sus hijos. Por eso ante esta demanda decidimos actuar e implementar un seguro específico por COVID-19 en colaboración con LISA Seguros”, cuenta Albertos.
“La póliza incluye doce causas de anulación que protegen la inversión de las familias. Cubre desde el contagio del estudiante por COVID-19 hasta el despido de los padres o la declaración de nuevos estados de emergencia aquí o en EEUU”, relata Pilar Andrade, fundadora y CEO de LISA seguros. El precio del seguro no llega a los 100 euros e indemniza con hasta 4.500, que es mucho más de lo que supone la gestión de una beca. “Queríamos que fuera superior para prevenir consumos extra, tipo billetes de avión, por ejemplo”, aclara Albertos.
La formula funciona. “En las últimas semanas hemos detectado un incremento de las familias que se animan a que sus hijos estudien en EEUU gracias a estas garantías. En estos tiempos de crisis, la seguridad es un ingrediente fundamental en nuestras decisiones”, añade José Manuel Díaz, director general de Deaquíparafuera.
La experiencia de las familias: “Allí están más seguros que en España”
Los ‘high school’ que aportan estas becas también han aumentado las medidas de seguridad. Lo hicieron con antelación a los gobiernos de EEUU o España. “En marzo mi hijo Javier tenía que haberse ido de vacaciones por las ‘Spring Break’. Pero días antes, su instituto les reunió y les anunció que cerraban temporalmente a causa de la pandemia. Les dieron a todos un portátil y les convocaron a continuar las clases desde sus casas de forma telemática. En España aún no se había declarado el estado de alarma”, explica Jesús Pastor desde Alicante.
“Salvo por la cancelación de las ligas de fútbol en las que participaba, el resto del mes y medio que le quedaba fue casi igual. En España y desde casa, sí, pero casi igual. La calidad de las clases online ha sido elevadísima”, añade Ana Navarro, de Torrevieja. Su hijo, Javier Carcaño (aunque le conocen como Yuyo), tiene 17 años y estudiaba en Putnik, en Pennsylvania. Ahora lo hace en Hoosick, en el estado de Nueva York.
“Cuando nos pidió repetir y hacer también el equivalente a 2º de Bachillerato, no lo dudamos. En su instituto de Estados Unidos está mucho más seguro que aquí, porque se trata de un espacio aislado y libre de COVID. Están controlados y supervisados constantemente. Nadie me puede asegurar que estando en España hubiera tenido menos riesgos”, contesta Ana.
El hijo de Jesús también se llama Javier y estudia en Saltsburg, en Pennsilvania. “También nos pidió seguir otro año. A nosotros sí que nos entró algo de vértigo por el miedo a lo desconocido”, confiesa Jesús. “Pero la orientación de Deaquíparafuera nos ayudó, especialmente con el papeleo y solventó de un día para otro incluso un problema de visado. Si lo organizas por tu cuenta es bastante más difícil”, confiesa Jesús.
Institutos ‘burbuja’ en Estados Unidos
Una vez que empezó el curso, las medidas de seguridad sanitaria en los high school son máximas. “Antes de salir te obligan a hacerte un PCR y a entregarles un registro con las temperaturas corporales de tu hijo en los últimos 15 días. También una declaración jurada de no haber tenido síntomas ni haber estado en contacto con un contagiado en ese periodo”, explica Ana. “Ya en el campus, tienen que estar un periodo de cuarentena en el que se les toma la temperatura a diario. Luego pueden retomar la actividad normal con las medidas de rigor: mascarilla, gel, distancia… pero las clases son presenciales y como nadie puede entrar o salir del recinto, la garantía de que no habrá contagios es máxima”, añade Jesús.
Tanto él como Ana respiran aliviados después de ver como, con el curso ya empezado, todo marcha viento en popa. “La sensación general es de tranquilidad e incluso de que aprovechan mejor el tiempo por la flexibilidad de sus programas educativos. Aunque pueda resultar llamativo, en estos institutos de EEUU están más seguros y progresan más que aquí”, concluye.