Las bebidas isotónicas, las limonadas, los zumos o los refrescos no son adecuados para tratar la diarrea, según la pediatra Raquel Fernández, especialista en Pediatría del Hospital Quirónsalud Bizkaia.
La diarrea se caracteriza por deposiciones blandas o líquidas, más abundantes y frecuentes de lo habitual. Puede presentarse con dolor abdominal, fiebre y/o vómitos. La causa más común de diarrea en la infancia son las infecciones virales, aunque también puede haber diarreas causadas por bacterias, parásitos u otras causas. La duración de la diarrea suele ser de unos pocos días.
Una de las complicaciones más importantes de la diarrea es la deshidratación. Si las deposiciones son muy abundantes, líquidas y frecuentes, se puede producir una deshidratación. Es fundamental observar los síntomas de deshidratación, como decaimiento, sed excesiva, disminución de la cantidad de orina, boca seca, ausencia de lágrimas y ojos hundidos. En estos casos, es necesario acudir al médico.
El tratamiento de la diarrea consiste en la rehidratación, es decir, la reposición de los líquidos y electrolitos perdidos a través de las heces, y mantener una nutrición adecuada. No se recomienda el uso de fármacos para detener la diarrea ni de antibióticos. En caso de fiebre, se pueden tomar antitérmicos, y bajo la supervisión de un especialista, se pueden valorar probióticos que ayuden a acortar la duración de la diarrea.
Es importante ofrecer líquidos con frecuencia, especialmente después de cada deposición diarreica. En casos leves, el niño puede beber agua con frecuencia, en los casos más intensos se recomiendan las soluciones de rehidratación oral, conocidas como suero oral de farmacia. No son adecuados los refrescos, zumos, bebidas isotónicas ni los sueros de preparación casera.
En cuanto a la alimentación, es recomendable ofrecer comida al niño, sin forzarlo y evitando comidas grasas o con mucho azúcar. No es necesario hacer ninguna dieta especial ni restringir demasiado la alimentación.
Si el niño vomita con facilidad, se puede comenzar a administrar suero oral en pequeñas cantidades cada 5 minutos, aumentando progresivamente la cantidad según sea tolerada. Una vez que ya no vomite, se puede empezar a darle algo de comida, sin olvidar el aporte de líquidos.
En resumen, las bebidas isotónicas, las limonadas, los zumos y los refrescos no son adecuados para tratar la diarrea. Es importante rehidratar al niño y mantener una alimentación adecuada. Ante cualquier signo de deshidratación o deterioro del estado general, es necesario acudir al médico.
