El reemplazo de la articulación de la mandíbula es un procedimiento cada vez más común, aunque sigue siendo menos frecuente que el de la rodilla o la cadera. Según el doctor Néstor Montesdeoca, jefe asociado del Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital Universitario La Luz, este tipo de cirugía es compleja y requiere diseñar una prótesis muy específica con materiales especiales, así como preservar el nervio facial.
El recambio de la articulación mandibular se realiza en casos de artrosis avanzada, anquilosis temporomandibular, reabsorción condilar y tumores en la articulación. Estas condiciones pueden causar dolor, dificultad para masticar y reducción en la apertura de la boca, por lo que el reemplazo articular es la única solución efectiva.
La clave para el éxito a largo plazo de este procedimiento radica en la fabricación de prótesis a medida para cada paciente. Estas prótesis son diseñadas en 3D con la ayuda de ingenieros biomédicos para asegurar su adaptación perfecta a la anatomía del paciente. Además, se utilizan guías quirúrgicas de posicionamiento para garantizar que la prótesis encaje correctamente con la mandíbula.
Después de la cirugía, es importante que los pacientes se sometan a rehabilitación y fisioterapia para adaptar los músculos a la nueva posición de la mandíbula. Algunos pacientes pueden necesitar ajustes adicionales con ortodoncia para lograr una oclusión perfecta.
En definitiva, el recambio de la articulación de la mandíbula ha evolucionado significativamente en los últimos años, ofreciendo resultados estables y duraderos en cuanto a la mejora del dolor y la funcionalidad de los pacientes. Es fundamental que este tipo de procedimiento sea realizado por equipos con experiencia en el manejo de la articulación temporomandibular, garantizando así un enfoque multidisciplinario que incluya cirujanos orales y maxilofaciales, odontólogos y fisioterapeutas especializados en la ATM.
