El comité de empresa de Schreiber Foods-Noblejas ha acordado convocar movilizaciones para expresar el «malestar» de la plantilla ante «las actuaciones contrarias a la paz social y a los derechos de los trabajadores» que viene ejecutando la dirección de la multinacional láctea estadounidense desde hace medio año, a raíz de la publicación del convenio colectivo de la empresa.
En un comunicado conjunto dirigido a la plantilla, los tres sindicatos que integran el comité (CCOO, UGT y USO) indican que, de acuerdo a las opiniones y resultados de las asambleas de trabajadores celebradas a lo largo de las últimas semanas, «se ha decidido realizar concentraciones de diez minutos en la puerta de la fábrica, a la salida de cada turno, todos los miércoles a partir del próximo 14 de diciembre».
«Con estas concentraciones queremos mostrar el desacuerdo por las gestiones y decisiones que la dirección de la empresa ha ejecutado nada más registrar nuestro convenio colectivo (el pasado mes de abril); y lanzar el mensaje de que deben devolver el ambiente laboral positivo que reinaba en nuestra planta», en la que trabajan en torno a medio millar de personas, según ha informado CCOO en nota de prensa.
El comité recuerda que «la primera decisión que tomó Schreiber Foods en contra de los derechos de los trabajadores fue modificar de manera unilateral la estructura de nuestro salario y que veníamos percibiendo desde siempre, logrando que se viera afectada la antigüedad».
«Como todos conocéis, no nos quedó más remedio que judicializar dicha gestión imperativa y desconsiderada. Además, después de que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha nos diera la razón, la empresa ha recurrido al Tribunal Supremo, desconsiderando así de nuevo a todas y todos los trabajadores».
A esto se añade, indica el comité, que los directivos de Schreiber Foods España «no dudaron en despedir a dos compañeros, uno de la planta de Talavera y el otro de la planta de Noblejas». Y «decidieron no jubilar (jubilación parcial por contrato relevo) a cinco compañeros, aun estando dos de ellos de baja y pagando sus seguros sociales».
«Además, han endurecido el ambiente laboral, con presiones sobre todos nosotros, e incluso, en algunos casos, aumentando las tareas de los operarios. También han endurecido la autorización de licencias y derechos, denegando en ocasiones su disfrute» y, añaden desde el comité de empresa, «no han gestionado correctamente asuntos tan importantes como la prevención y la salud laboral, poniendo en riesgo la integridad de todas y todos los trabajadores».
Es por todo ello que se ha decidido convocar concentraciones en la puerta de la fábrica, para lanzar el mensaje de que deben devolver «el ambiente laboral positivo que reinaba en la planta», velar por la seguridad de los trabajadores, pero, sobre todo, reconducir la situación y el diálogo con el comité de empresa para que los trabajadores y la empresa puedan «progresar satisfactoriamente».
