Más de medio centenar de profesionales de los laboratorios del Hospital Universitario de Toledo se concentraron este jueves frente a la entrada del centro sanitario para exigir a la administración una solución a los casos de intoxicación que se han venido registrando durante los últimos tres meses. La convocatoria, organizada por los sindicatos CCOO y UGT, busca presionar a la Consejería de Sanidad y al Sescam para que aborden esta preocupante situación.
Los trabajadores manifestaron su descontento y sus demandas, incluyendo la necesidad de convocar de manera inmediata el Comité de Seguridad y Salud Sectorial. Inés Pedreño García, responsable provincial de Sanidad de UGT y delegada de Prevención del hospital, afirmó que, pese a las medidas parciales adoptadas, como el cambio de campanas en el sistema de ventilación, muchos compañeros continúan presentando síntomas de intoxicación. «Las cosas siguen igual», lamentó Pedreño, quien agregó que actualmente se desconoce el número específico de bajas asociadas a estas intoxicaciones, aunque destacó que «este hospital está enfermando a la gente».
La sindicalista criticó las recientes declaraciones del consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, quien ha minimizado la situación al afirmar que «no pasa nada». Pedreño subrayó que sí están ocurriendo incidentes y que la condición de los trabajadores se está deteriorando. Aproximadamente 300 empleados de los laboratorios están afectados, presentando síntomas como irritación de mucosas, náuseas, alteraciones de conciencia, vómitos e incluso sangrados por la nariz.
En medio de esta crisis, la responsable sindical enfatizó la necesidad de averiguar las causas de las intoxicaciones como una de las prioridades. «Su función como gerencia es analizar lo que está pasando en este hospital y poner las medidas de seguridad y salud a nuestros trabajadores», declaró.
Además, Pedreño exigió una reunión urgente del Comité de Seguridad y la clausura temporal de las instalaciones hasta que se esclarezcan las causas de los problemas. «No tiene sentido estar analizando un problema con los trabajadores dentro», subrayó.
Por su parte, José Ángel Díaz, delegado de Prevención del Área Sanitaria n.º 1 de Toledo de CCOO, recordó que en febrero la Inspección de Trabajo clausuró el Servicio de Anatomía Patológica, trasladando su actividad a otro espacio, aunque las incidencias continúan en el resto de laboratorios. En la semana anterior, el sindicato presentó otra denuncia ante la Inspección de Trabajo.
Díaz también mencionó que, hasta el momento, no se han identificado las causas de las intoxicaciones. Las mediciones han revelado la presencia de hidróxido sódico y tolueno, un producto que no debería utilizarse en esos laboratorios y cuya procedencia aún no se ha esclarecido. «Creemos que todo podría estar ligado a la climatización, pero desconocemos el origen y la naturaleza exacta del producto que está causando problemas de salud», explicó.
La falta de información por parte del Sescam ha agravado la situación. Díaz aseveró que los trabajadores continúan enfrentándose a incidentes diarios relacionados con estos casos y expresaron su frustración ante la habitual reticencia a reconocer la gravedad de la situación. A pesar de las dificultades, la plantilla mantiene su compromiso de continuar reclamando soluciones a la administración y a través de la Inspección de Trabajo, además de organizar movilizaciones cada dos semanas. «Lo que pedimos son soluciones, que se abandonen afirmaciones que no reflejan la realidad y que se aborde la problemática para garantizar la salud de los trabajadores», concluyó.
