En un acontecimiento lleno de magia y alegría, el Hospital Santa Bárbara se vistió de ilusión para recibir una visita muy especial. Nadia, Paula y Alex, tres recién nacidos que vinieron al mundo en esta semana hospitalaria, experimentaron la alegría del Día de Reyes el pasado 5 de enero, cuando por primera vez, los Reyes Magos hicieron acto de presencia en sus vidas.
Los padres de Alex, María y Jesús, se encontraban desbordados de felicidad cuando, de manera inesperada, Melchor, Gaspar y Baltasar entraron en la habitación de pediatría con sus brazos cargados de cajas de regalos. La misma fortuna corrió Nadia, que el 3 de enero tuvo la dicha de nacer junto a Paula, y juntas tuvieron su primer encuentro con la tradicional festividad.
La majestuosa visita no sólo quedó en las habitaciones de los más pequeños. Sus Majestades contaron con la distinguida compañía del alcalde Miguel Ángel Ruiz, y del gerente del Hospital, Cesáreo Peco. Juntos, llevaron la celebración más allá y recorrieron las dependencias de urgencias del hospital. En este trayecto, los Reyes Magos tuvieron la oportunidad de entregar los últimos regalos a los pacientes que se encontraban en atención médica en ese momento.
Además, el personal sanitario también compartió momentos muy especiales, pudiendo tomarse fotografías con los Reyes justo antes de que estos continuaran con su apretada agenda rumbo a una de las actividades más esperadas del año: la gran cabalgata.
El Hospital Santa Bárbara, en un día tan especial como el de Reyes, se convirtió en un escenario de cuentos donde la magia y la realidad se fusionaron para regalar momentos inolvidables a las familias y al personal del centro. Las imágenes capturadas de este día tan especial reflejan los rostros iluminados por la felicidad y la sorpresa, testimonios visuales de una jornada que quedará para el recuerdo.
Este hermoso suceso fue reportado con orgullo en el Ayuntamiento de Puertollano, destacando que los «Primeros regalos de los Reyes Magos para Nadia, Paula y Álex en el Hospital Santa Bárbara» representaron mucho más que regalos; simbolizaron la esperanza y la calidez humana que reviven con las tradiciones en esta época del año.