La Fundación Infantil Ronald McDonald es una entidad que se enfoca en los cuidados centrados en la familia y recientemente ha acogido en su Casa Ronald McDonald de Barcelona a la madre del primer bebé nacido en España tras un trasplante de útero. La familia se alojó en la Casa mientras el pequeño Jesús estaba ingresado en el Hospital Clínic de Barcelona recibiendo los cuidados necesarios para bebés que necesitan protección especial. La Fundación tiene como objetivo mantener a la unidad familiar lo más libre de preocupaciones posible durante un momento en el que su única inquietud es el cuidado y cercanía al hijo hospitalizado o prematuro.
Las casas y salas familiares Ronald McDonald son un refugio tanto dentro del hospital como cerca del hospital de referencia. Alojan gratuitamente a las familias que son derivadas por los propios hospitales donde sus hijos reciben tratamiento y que necesitan desplazarse desde sus residencias habituales, a menudo localizadas a mucha distancia. Esto permite que dispongan de un respiro de tranquilidad para el estrés que supone tener un hijo con una enfermedad preocupante o en proceso de recuperación, además de un grave deterioro en la economía familiar, con gastos de alojamiento, transporte y comidas.
Por otra parte, las Salas Familiares Ronald McDonald son un espacio dentro del propio hospital que permite el paso tanto a los niños en tratamiento como a sus acompañantes. Cuando un niño está en estado crítico, los padres no quieren abandonar el hospital, por lo que necesitan un espacio donde poder descansar y encontrar cierta privacidad dentro del propio hospital. El director de la Fundación Infantil Ronald McDonald, José Antonio García, señala que desde el inicio de la Fundación en España en 1997, han atendido a cerca de 33,000 personas, entre familias y niños enfermos en las casas y salas familiares Ronald McDonald. En los últimos años, se han alojado alrededor de 20 mujeres con embarazos de alto riesgo para el niño.
Para ellas, poder permanecer en las Casas y Salas Familiares supone un auténtico respiro y les permite olvidar que están en un hospital, manteniéndolas lo más cerca posible de sus hijos prematuros o con alguna enfermedad. Además, está comprobado que esta cercanía permite a los padres comunicarse mejor con el equipo médico de su hijo y mejora la evolución de los tratamientos.
