En 2024, la Fundación Adecco celebró su 25º aniversario, marcando un hito importante en su misión de acercar el empleo a quienes enfrentan mayores desafíos. Para conmemorar este cuarto de siglo de esfuerzo continuo, la organización lanzó la «Ruta del Empleo», un autobús que recorrió 18 ciudades españolas brindando orientación laboral a personas en busca de trabajo. La culminación de esta iniciativa tuvo lugar en el Palacio de Cibeles en Madrid, donde se reunieron tanto empresas como personas en riesgo de exclusión, con el fin de conocer las iniciativas promovidas por la Fundación Adecco bajo el lema «Empleo Para Todas las personas».
Con la mirada puesta en los próximos 25 años, la Fundación Adecco llevó a cabo un análisis exhaustivo del mercado laboral futuro, titulado «El futuro del empleo, 10 retos y oportunidades. ¿Están las empresas preparadas para la era de la Diversidad y la Inclusión?». Este estudio invita a las empresas a reflexionar sobre diversos aspectos como la diversidad, el envejecimiento de la población, el auge de la Inteligencia Artificial y la inclusión de personas con discapacidad y mujeres en situaciones vulnerables.
Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, destaca que las próximas décadas serán marcadamente distintas a las anteriores. Las empresas deben adaptarse ágilmente a una sociedad en constante cambio. El análisis identifica diez desafíos que, aunque no necesariamente positivos o negativos, plantean tanto retos como oportunidades. El objetivo es anticiparse a estos fenómenos y utilizarlos como trampolines para el crecimiento y la competitividad.
El análisis subraya que la identidad y diversidad se convertirán en claves para la gestión del talento. Fenómenos como la globalización, la movilidad y el envejecimiento poblacional han elevado la diversidad como un factor crucial para las empresas. Aunque la diversidad ofrece oportunidades para crear culturas corporativas inclusivas, también puede verse obstaculizada por la polarización ideológica. Mesonero aboga por desideologizar estas políticas, abogando por un enfoque ético centrado en valores humanos fundamentales.
El envejecimiento de la población es un fenómeno persistente que se reflejará en una fuerza laboral más veterana. Mientras que la «silver economy» brinda oportunidades para atender a una población más longeva, también plantea desafíos como el reskilling y upskilling de la fuerza laboral sénior y la eliminación del edadismo en los procesos de selección.
La multiculturalidad se presenta como una fuente de innovación y crecimiento, necesaria para compensar el declive de la población activa nativa. No obstante, es crucial abordar barreras culturales y evitar la economía irregular que podría socavar el aporte de la población extranjera al PIB.
La convivencia intergeneracional, impulsada por la coexistencia de hasta cinco generaciones en el ámbito laboral, ofrece tanto retos como oportunidades. Mientras la diversidad generacional puede fomentar la innovación, también requiere que las empresas gestionen diferencias en valores y estilos de comunicación.
La digitalización y el auge de la IA están redefiniendo el mercado laboral. Aunque estas tecnologías ofrecen eficiencia y reducción de costos, plantean la necesidad de abordar la brecha digital y garantizar la inclusión a todos los niveles.
Junto a estos retos técnicos, las habilidades interpersonales ganan protagonismo en un contexto laboral donde la tecnología asume tareas repetitivas. Las empresas deben adaptar sus procesos de selección y formación para priorizar estas competencias, invirtiendo en entornos que las promuevan.
En términos de inclusión, la equidad de género y la inclusión de personas con discapacidad se imponen como indicadores del grado inclusivo de una sociedad. Las empresas tienen la oportunidad de fortalecer su marca y relaciones con stakeholders, mientras abordan desafíos como la brecha salarial y la participación limitada de personas con discapacidad.
La flexibilidad se consolida como un elemento crucial, no solo para optimizar la productividad, sino también para fomentar la inclusión de personas con discapacidades o responsabilidades familiares. No obstante, plantea retos en la gestión de equipos dispersos geográficamente.
Finalmente, el enfoque en el bienestar y la salud mental se erige como fundamental en el futuro laboral. Las empresas tienen la oportunidad de crear entornos de trabajo empáticos e inclusivos. El aprendizaje permanente se posiciona como la base para enfrentar un futuro incierto, requiriendo una inversión significativa en formación continua y un replanteamiento de habilidades valiosas.
El análisis de la Fundación Adecco culmina con una autoevaluación para que las empresas midan su preparación ante estos retos, promoviendo un conocimiento estratégico que asegure su adaptación exitosa a la nueva era de diversidad e inclusión.