Cataluña lidera la deuda per cápita entre las Comunidades Autónomas al cierre del 2022, acumulando una cifra que asciende a 10.981 millones de euros por habitante, en marcado contraste con los 7.528 euros por residente de Castilla-La Mancha. Según un reciente informe sobre las Comunidades Autónomas, otras regiones como Comunidad Valenciana, Baleares, Murcia y Aragón también sobrepasan en endeudamiento la media nacional.
El estudio, desarrollado por el Observatorio de Derecho Público de Barcelona, se basa en datos proporcionados por el Banco de España y el Instituto Nacional de Estadística (INE), y ha resaltado estos desequilibrios financieros durante su presentación esta semana en el Senado. Este informe cobra especial relevancia en el contexto del debate actual acerca de la posibilidad de condonación de deuda, un tema controversial surgido tras el acuerdo entre PSOE y ERC como parte del pacto de investidura del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La Comunidad Valenciana y Baleares se posicionan inmediatamente detrás de Cataluña, con deudas per cápita de 10.810 y 7.530 euros respectivamente. Más abajo en la lista, encontramos a Murcia con 7.571 euros por habitante, y Aragón con 6.890 euros.
En el otro extremo del espectro está Canarias, ostentando el menor endeudamiento por residente con tan solo 2.873 euros. Le acompañan en la lista de las menos endeudadas Andalucía con 4.433 euros y Asturias con 4.199 euros por habitante.
Completando el panorama de la deuda pública per cápita en las diferentes comunidades autónomas, los datos del informe indican cantidades que van desde los 5.746 euros de Cantabria, pasando por los 5.170 euros de Madrid, hasta llegar a los 4.877 euros de Extremadura. Por su parte, Navarra, Galicia y el País Vasco presentan cifras moderadas de 4.796, 4.447 y 4.988 euros respectivamente.
Este análisis financiero pormenorizado de las comunidades permite un diagnóstico de la situación económica regional en España, poniendo de manifiesto las disparidades entre las distintas autonomías y la necesidad de abordar estrategias diferenciadas para la gestión de sus deudas.
