La detección temprana, base de la terapia y rehabilitación en discapacidades visuales

La terapia visual se ha convertido en una herramienta cada vez más importante en el campo de la oftalmología y optometría. Este tratamiento optométrico busca potenciar la visión en aquellos casos en los que sea posible y corregir problemas visuales para que el paciente aprenda a utilizar su visión de manera correcta. Además, también se utiliza en la rehabilitación visual y baja visión.

Los pacientes que acuden a las consultas de oftalmólogos y ópticos-optometristas presentan síntomas relacionados con problemas visuales, aunque muchos de ellos pueden tener una buena agudeza visual sin corrección. En ocasiones, los niños no suelen quejarse de sus problemas visuales, lo que hace que sean los profesores quienes los detecten en primer lugar. Estos problemas pueden estar relacionados con una disfunción acomodativa, problemas de coordinación entre ambos ojos, ambliopía, estrabismo, trastorno perceptivo para procesar la información del entorno, entre otros.

En el caso concreto de la ambliopía, se han producido nuevos avances en la terapia visual que la hacen más efectiva. Se utilizan nuevas estrategias de terapia como el aprendizaje perceptivo, con ejercicios repetitivos con uno o más estímulos visuales utilizando nuevas tecnologías, y la denominada terapia dicóptica.

Por otro lado, la detección temprana de enfermedades como la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), la retinopatía diabética (RD), el glaucoma y la miopía patológica, es fundamental para hacer un adecuado manejo de estas enfermedades y marcará una gran diferencia en el pronóstico de las mismas. En este sentido, la terapia visual se convierte también en una herramienta muy importante para la rehabilitación visual en patologías oculares.

En el caso de pacientes con discapacidad visual o baja visión, es crucial conseguir el mejor aprovechamiento del resto visual que les permita llevar a cabo determinadas actividades en el hogar y en el exterior. Para ello, se hace necesaria la rehabilitación visual individualizada, con ayudas ópticas de baja visión, además de establecer con el paciente objetivos visuales concretos realistas y accesibles mediante una terapia visual adecuada y orientada en cada caso.

En definitiva, la terapia visual se consolida como una herramienta cada vez más importante en el campo de la oftalmología y la optometría. Permite potenciar la visión en aquellos casos en los que sea posible, corregir problemas visuales y ayudar a la rehabilitación visual en patologías oculares, todo ello a través de una terapia visual no invasiva y con bases científicas que avalan su uso.

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