La Construcción en CLM tras un año de pandemia: actividad y negociación colectiva, empleo y salarios

Buena noticia: los trabajadores del sector de la Construcción tendrán un incremento del 2,5% en sus nóminas en este 2021. Esto no supone más que cumplir con establecido en el Convenio General del Sector 2017-2021; pero en esta época de pandemia que nos ha tocado vivir, el mero cumplimiento de lo firmado no resulta cosa menor.

Ha habido que vencer fuertes reticencias patronales, amparadas en los supuestos efectos de la crisis sanitaria en la actividad del sector. Y digo supuestos porque, en lo que a la Construcción se refiere, los datos han dejado de respaldar los discursos catastrofistas que las patronales utilizaban en las mesas de negociación para arrimar la ascua a su sardina y negar a los/as trabajadores/as las subidas pactadas.

La pandemia, el estado de alarma, las obligadas limitaciones a la movilidad impuestas a partir de marzo del año pasado, tuvieron, claro, un impacto tremendo en la economía y en el empleo en prácticamente todos los sectores, también en la Construcción. Pero por lo que respecta a la Construcción, y pese a que la borrasca Filomena volvió a imponer un parón durante varias jornadas del pasado mes de enero, los datos apuntan una franca recuperación de la actividad en CLM.

En nuestra región, ya en el tercer trimestre del 2020 la licitación pública se incrementó un 55,7% respecto al año anterior. Es cierto que la actividad privada seguía registrando caídas (-24% en obra nueva); pero también este indicador ha dado un vuelco a partir de octubre: ese mes, se visaron en CLM obras nuevas de iniciativa privada con un presupuesto de ejecución total de 37,8 millones de euros, 1,1 millón más (+2,95%) que en el mismo mes de año pasado, según datos oficiales del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

Pero si en octubre comenzó la remontada, noviembre fue espectacular. El presupuesto de ejecución de los proyectos de obra nueva visados en noviembre en la región ascendió a 43,7 millones, frente a los 31,8 millones de noviembre del 2019 (+38,26%). Y las obras de reforma y restauración sumaron otros 8,1 millones, con un incremento del 126% respecto a los 3,6 de nov2019.

También el dato de afiliación a la Seguridad Social refrenda no sólo la recuperación de la Construcción, sino su capacidad de crear más empleo. Hoy hay en CLM 327 personas más que hace un año afiliadas al régimen general de la Seguridad Social en la Construcción, a lo que se añade el incremento total del número de personas ocupadas en el sector.

No cabe duda de que estos indicadores de actividad y empleo reflejan el vigor con que la Construcción afronta el futuro, más aún si consideramos los efectos que se deriven de la expansión presupuestaria prevista para 2021 con la llegada de los importantísimos fondos UE destinados a restaurar los efectos de la pandemia, buena parte de los cuales revertirán en actividad para este sector.

Hay otros sectores fundamentales para la economía de nuestro país, muy especialmente la Hostelería y todos los ligados al Turismo, que siguen sumidos en la crisis porque siguen sufriendo directa y descarnadamente las restricciones a la movilidad que impone la batalla contra la pandemia.

Pero no es el caso de la Construcción, en sentido amplio: incluyendo todos sus subsectores y derivados: cementeras, tejas y ladrillos, cales y yesos, madera, aluminios… Su recuperación y su dinamismo se consolidan, muy especialmente en CLM, pero también a nivel nacional: Según la Encuesta de Coyuntura del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, el Indicador del Clima de la Construcción (ICC) experimentó en enero pasado un crecimiento de 6,1 puntos respecto a diciembre. El Ministerio advierte que aún está 2,9 puntos por debajo de enero de 2020, pero subraya “en los últimos meses se aprecian signos de estabilidad que situarían la serie en niveles próximos a su media a largo plazo.”

Esta mejoría debe traducirse no solo en beneficios para las empresas, sino también en incrementos salariales para sus plantillas.  Es justo que los trabajadores y trabajadoras de la Construcción participen de la revitalización del sector, a la que contribuyen de forma capital con su trabajo. Y es también conveniente para el conjunto de la economía, porque las mejoras del poder adquisitivo de los/as trabajadores/as se traducen en consumo interno, imprescindible para impulsar la reactivación de la actividad, el crecimiento económico y la creación de empleo.

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