La comunidad autónoma de Castilla-La Mancha pide adelantar la aplicación de las nuevas regulaciones del trasvase antes del verano y reducir el plazo a menos de un año.

C-LM reclama acortar el plazo de un año para aplicar las nuevas normas del trasvase y hacerlo antes de verano

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, lideró la conmemoración del Día del Agua en Talavera de la Reina y aprovechó la oportunidad para hacer una nueva petición. García-Page anunció que el Consejo de Gobierno aprobará una resolución la próxima semana exigiéndole al Ejecutivo de Pedro Sánchez que acelere la implementación de nuevas regulaciones contempladas en el Plan de Cuenca del río Tajo. El presidente instó al gobierno a no dejar pasar el año de moratoria contemplado en el plan y pedir que se aplique las nuevas normas lo más pronto posible, incluso antes del verano. Por otro lado, la Generalitat Valenciana ha manifestado su intención de apelar los caudales ecológicos que restringen el trasvase Tajo-Segura. García-Page cuestiona por qué el gobierno está dispuesto a esperar un año y pide que la reforma se aplique sin dilación. El presidente también aludió al hecho de que el río Tajo finalmente tenga un cauce mínimo después de 40 años y destacó que el río representa muchos conceptos.
Durante el acto, el piragüista de Talavera, Paco Cubelos, fue uno de los distinguidos y, en su discurso, hizo un llamado a la defensa de su río, el Tajo. Destacó que el agua es su «medio natural» y que ha pasado más tiempo en el río Tajo que en cualquier otro lugar, lo que le permitió conocer Talavera de la Reina. Cubelos le pidió a la gente que montara en kayak para entender mejor el estado del río, ya que en cada entrenamiento se ven personas «maltratando» el cauce, incluso celebrando botellones. Además, reconoció que el río Tajo es crucial en su vida y que alrededor de él se forjó su carácter como deportista.
Durante la ceremonia también se entregaron varios premios, incluyendo uno a Araceli Olmedo, histórica dirigente de los regantes de aguas subterráneas que presidió la comunidad de La Mancha Occidental II. Olmedo rememoró las dificultades que tuvo que enfrentar para garantizar que los trabajadores recibieran un trato justo y cómo su comunidad se ganó una reputación negativa debido a la mala gestión del Acuífero 23.

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