La industria en Castilla-La Mancha ha registrado una disminución en su cifra de negocios durante el mes de agosto en comparación con el mismo mes del año anterior. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), esta caída ha sido del 6,5%, tres décimas por encima de la media nacional que se contrajo un 6,2%.
A pesar de esta caída interanual, en lo que va del año la cifra de negocios ha experimentado un aumento del 1,7%, situándose el Índice de Cifra de Negocio en 128,7. Sin embargo, hay que señalar que esta subida no ha sido suficiente para compensar el descenso del mes de agosto.
El INE señala que esta caída se debe principalmente al retroceso de las ventas de la energía y de los bienes intermedios, que disminuyeron un 17,7% y un 13,1% respectivamente. Este dato refleja el impacto que ha tenido el contexto actual en el sector industrial de la región.
Es importante destacar que esta disminución en la cifra de negocios de la industria en Castilla-La Mancha no es un fenómeno aislado. De hecho, el sector encadena ya cinco meses consecutivos de caídas interanuales, siendo la de agosto la más pronunciada hasta el momento, superando incluso la registrada el mes anterior.
Sin embargo, en términos mensuales, es decir, comparando agosto con julio y teniendo en cuenta ajustes estacionales y de calendario, la industria ha experimentado un aumento del 0,7%, una décima menos que en el mes precedente. Esto indica que, aunque sea de manera tímida, se observa una tendencia al alza en la facturación mensual de este sector.
Es relevante resaltar que este repunte mensual es el segundo consecutivo, lo que podría indicar una posible recuperación gradual de la industria en Castilla-La Mancha. No obstante, es fundamental continuar monitorizando la evolución del sector y tomar medidas que impulsen su crecimiento.
En conclusión, la industria en Castilla-La Mancha ha experimentado una caída en su cifra de negocios durante el mes de agosto en comparación con el año anterior. Esta disminución se debe, en gran medida, al retroceso en las ventas de la energía y los bienes intermedios. Aunque se observa un aumento en la facturación en términos mensuales, es necesario realizar un seguimiento continuo de la evolución de este sector para impulsar su recuperación.
