La cesta de compra española se vuelve más verde: frutas y verduras lideran mientras disminuyen los procesados

En una reciente investigación realizada por Herbalife y la consultora IO Sondea, se han arrojado interesantes luces sobre la evolución de los hábitos alimenticios de los españoles en la última década. Esta encuesta, que se llevó a cabo a través de entrevistas a 2,000 ciudadanos de entre 16 y 65 años de edad, seleccionados de manera intencional y representativa según las cuotas poblacionales del Instituto Nacional de Estadística (INE), revela varias tendencias significativas en la cesta de la compra en España.

Un hallazgo notable es la progresiva disminución en la inclusión de frutas y verduras, aunque estos alimentos siguen siendo prioritarios en el régimen alimenticio. Mientras que en 2020, las verduras y frutas estaban presentes en un 94% y un 92% de las cestas de compra respectivamente, para el 2023 estos porcentajes han descendido ligeramente al 88%. Por otro lado, aunque la carne blanca sigue siendo una de las preferencias alimentarias más comunes, con un 84% de inclusión en 2023, ha experimentado una caída de 5 puntos porcentuales en comparación con años anteriores.

La encuesta también muestra diferencias en los hábitos de compra según el género y la edad. Las mujeres tienden a incluir más verduras, hortalizas, frutas, y lácteos en sus compras que los hombres. Asimismo, se observa un aumento en la compra de frutas y pescado a medida que aumenta la edad de los encuestados; contrario a lo que ocurre con arroces y pastas, cuya compra es más frecuente entre los más jóvenes.

A pesar de los cambios en algunos hábitos de consumo, productos como frutos secos, carnes rojas, cereales, chocolate y aperitivos mantienen una presencia constante en la cesta de compra de los españoles, con porcentajes que varían entre el 76% y el 79%.

Un aspecto especialmente relevante es el descenso en la preferencia por productos procesados y bollería, evidenciando una mayor conciencia sobre sus efectos negativos en la salud. En específico, la compra de alimentos procesados disminuyó del 61% en 2020 al 59% en 2023, mientras que la bollería, particularmente, vio una reducción del 7% en su presencia en la cesta de los españoles durante el mismo periodo.

Este estudio subraya un interés creciente por parte de la población española hacia un consumo más consciente y saludable, pese a las modificaciones menores en la predilección por ciertos productos. La reducción en el consumo de bollería y productos procesados es particularmente indicativo de un cambio hacia hábitos más sanos, un movimiento que sin duda tiene implicaciones positivas para la salud pública en España.

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