El edadismo, discriminación laboral por la edad, es un problema extendido en el ámbito laboral que afecta tanto a jóvenes como a talento senior, según revela un estudio de Gi Group Holding. Esta práctica no solo conduce a la exclusión laboral de individuos valiosos sino que también supone un desaprovechamiento de su potencial en un contexto de creciente longevidad. Los prejuicios relacionados con la edad en la contratación y promoción son reconocidos por una mayoría abrumadora de trabajadores españoles, evidenciando la normalización de estos sesgos en las empresas.
Casi el 90% de los españoles encuestados asegura que el edadismo es una realidad palpable en el mercado laboral, una situación que se agrava por la percepción errónea sobre el envejecimiento y la productividad laboral. Las opiniones divergen notablemente según el grupo etario, mostrando discrepancias significativas entre jóvenes y personas de más edad respecto a la capacidad productiva asociada a la edad. Este fenómeno no sólo ha sido experimentado directamente por más de la mitad de los españoles, sino que también muestra un sesgo de género, afectando en mayor medida a las mujeres mayores de 45 años.
La falta de inversión en formación para reciclar a los perfiles más veteranos y el desaprovechamiento de su experiencia son puntos críticos destacados en el estudio. Este desinterés corporativo hacia la actualización de habilidades técnicas en trabajadores senior contrasta con la necesidad evidente de aprovechar la diversidad generacional para el beneficio mutuo de empleados jóvenes y experimentados.
Otro aspecto relevante es la percepción sobre la jubilación y el acceso al empleo post-retiro, con opiniones divididas sobre las preferencias de reincorporación al mercado laboral de las personas mayores. Además, el papel de la Administración Pública como empleador de personas mayores de 45 años es considerado una alternativa viable de empleo hasta la jubilación.
Las políticas públicas sugeridas para combatir el edadismo incluyen incentivos para la contratación de individuos mayores de 45 años, la implementación de currículums ciegos para evitar prejuicios de edad, y programas de formación dirigidos a la recapacitación profesional, siendo estas medidas especialmente críticas para las personas mayores de 55 años.
En conclusión, el estudio ‘El Edadismo y su impacto en el mercado laboral’ de Gi Group Holding arroja luz sobre la discriminación por edad en el entorno laboral español, resaltando la urgencia de adoptar enfoques más inclusivos y valorar la diversidad generacional como recurso enriquecedor para las empresas.
