La bandera del pueblo gitano ondea en el balcón del Ayuntamiento de Ciudad Real

Mañana, día 8 de abril, se conmemora el Día Internacional del Pueblo Gitano. Y como cada año la bandera de este colectivo ya ondea en el balcón del Ayuntamiento de Ciudad Real, tras ser desplegada en un sencillo acto que no se han querido perder varios jóvenes gitanos de Ciudad Real.

Mañana, día 8 de abril, se conmemora el Día Internacional del Pueblo Gitano. Y como cada año la bandera de este colectivo ya ondea en el balcón del Ayuntamiento de Ciudad Real, tras ser desplegada en un sencillo acto que no se han querido perder varios jóvenes gitanos de Ciudad Real.

La alcaldesa, Pilar Zamora, felicitaba a todo el colectivo en este día, y reconocía que “es un placer que cuelgue esta bandera del Ayuntamiento”, que –recordaba- “es una de las primeras cosas que hice como alcaldesa de Ciudad Real. Estamos reconociendo la importancia del pueblo gitano, que son ciudadanos de primera, que están en la lucha con nosotros y nosotros les apoyamos para que no tengan las dificultades que a fecha de hoy siguen teniendo”.

Pueblo Gitano Pueblo Gitano

La primera edil mostraba el apoyo y la complicidad del Ayuntamiento de Ciudad Real “porque todos y todas aprendemos de la diversidad, de la cultura de cada uno, por lo que agradecía la lucha, la capacidad de enseñanza y por la pelea que están realizando por este colectivo”.

La coordinadora provincial de la Fundación Secretariado Gitano, María Santiago, agradecía el apoyo del Consistorio, recordando como ya son 5 años los que se está colgando esta bandera en la Plaza Mayor, reconociendo la inclusión del pueblo gitano en Ciudad Real

Además destacaba cómo este año se conmemoran los 50 años desde que se celebró el primer Congreso Mundial del Pueblo Gitano en Londres, donde se reconoció su bandera, su himno, y se dio homenaje a las víctimas del pueblo gitano en la historia, especialmente durante el Nazismo.

“Este año tenemos que hacer un homenaje a los gitanos viejos “de respeto”. Han sido muchos los que ha  fallecido por este año tan duro por la COVID-19, y la situación de la comunidad gitana se ha visto empobrecida en materia de educación por la brecha digital, en empleo por la pérdida de la venta ambulante con el que alimentar a las familias, también ha aumentado el odio y la discriminación en redes sociales”.

Por eso reconocía que “es un año de celebración y de reivindicación. Tenemos que poner los ojos en las personas más vulnerables, en los barrios más desfavorecidos donde viven las personas que más están sufriendo la crisis de la COVID-19, que no solo es sanitaria, también económica y social”.

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