El café, esa infusión que acompaña la rutina diaria de millones de personas alrededor del mundo, tiene un profundo impacto en nuestra salud digestiva. La doctora Julyssa Cobian, especialista en Aparato Digestivo de la Policlínica Gipuzkoa, ha compartido información valiosa sobre cómo esta bebida interactúa con nuestro sistema digestivo.
Según Cobian, el consumo de café aumenta con la edad, ya que «nueve de cada diez personas entre 45 y 55 años lo consumen». Sin embargo, su tendencia al incremento no se detiene ahí; incluso entre los jóvenes, tres de cada cuatro personas menores de 35 años lo beben regularmente. Esta estadística subraya la importancia de entender cómo afecta esta bebida popular a nuestra salud.
El aparato digestivo es el primer sistema en enfrentarse al café. Al ingerirlo, puede incrementarse la secreción gástrica y relajarse el esfínter que conecta el esófago con el estómago, lo cual podría intensificar la acidez o el ardor en personas con reflujo. Además, el café puede estimular el peristaltismo intestinal, exacerbando los síntomas en quienes padecen diarrea. Pero no todo es negativo; el café también tiene el potencial de favorecer el crecimiento de bacterias beneficiosas como los bifidobacterios y lactobacilos, siempre que se consuma con moderación.
¿Qué cantidad se considera moderada? Cobian sugiere un consumo de hasta 3 o 4 tazas diarias, lo que equivale a 300-400 mg de cafeína. No obstante, reconoce que la tolerancia varía de persona a persona. Para quienes sufren de problemas digestivos, recomienda reducir el consumo o cambiar a café descafeinado, quizás agregando leche o bebidas vegetales. Alternativas sin cafeína, como el café de cereales, también son opciones viables.
Además del café, otro tema crítico que aborda Cobian es la celiaquía. Mientras que en su forma natural el café no contiene gluten, es esencial verificar que cualquier aditivo sea también libre de gluten. Los síntomas que podrían indicar celiaquía incluyen dolor abdominal, alteraciones intestinales, fatiga y anemia. Un diagnóstico temprano es crucial para mejorar la calidad de vida de los pacientes y prevenir complicaciones a largo plazo.
Para aquellos que siguen una dieta sin gluten, la especialista recomienda el apoyo de organizaciones como la Asociación de Celíacos de Euskadi y fomentar la cocina casera para prevenir la contaminación cruzada. Familiarizarse con nuevos ingredientes y técnicas culinarias puede ser fundamental para manejar esta condición.
En conclusión, el café, si bien sabroso y energético, debe ser consumido con conciencia y conocimiento, especialmente en personas con predisposiciones digestivas. Al mismo tiempo, la celiaquía es un recordatorio de la importancia de estar atentos a nuestra dieta diaria y sus componentes. La educación y la atención a nuestra salud son las mejores herramientas para disfrutar de cada sorbo sin preocupaciones.