Cada año, en España, se notifican aproximadamente 60.000 casos de tromboembolismo venoso, una condición que encapsula tanto la trombosis venosa profunda como la embolia pulmonar, estableciéndose como la tercera causa de muerte cardiovascular después del infarto y el ictus. En el marco del Día Mundial de la Trombosis, que se celebra el 13 de octubre, el Dr. José María Egaña, cirujano vascular de la Policlínica Gipuzkoa, destaca la necesidad de una mejor comprensión de esta patología y propone diversas estrategias para su prevención.
La trombosis se manifiesta cuando la sangre, un tejido líquido, se solidifica en un punto del sistema vascular. El Dr. Egaña clarifica que la gravedad de esta afección está íntimamente ligada al sitio donde se forma el coágulo, ya que su impacto clínico varía significativamente si ocurre en un sector superficial frente a uno profundo. El especialista subraya que, independientemente de si la trombosis ocurre en arterias o venas, las consecuencias pueden ser severas, trayendo consigo riesgos de isquemia o, en el caso venoso, la peligrosa posibilidad de que un coágulo ingrese a los pulmones.
El diagnóstico suele iniciarse con una evaluación clínica, respaldada por procedimientos de imagen como la ecografía. Egaña también resalta variados factores de riesgo que potencias la formación de trombos, incluyendo el tabaquismo, el sedentarismo, elevaciones en los niveles de lípidos, la obesidad y tratamientos hormonales, junto con el envejecimiento natural de las arterias.
La predisposición femenina a la trombosis es otro punto crucial discutido por el cirujano, quien menciona que las mujeres enfrentan mayores riesgos en ciertas etapas vitales. El embarazo, el postparto y el uso de terapias hormonales son momentos en que las probabilidades de formación de coágulos aumentan considerablemente. Específicamente, el riesgo es tres veces mayor durante el embarazo comparado con el uso de anticonceptivos hormonales.
Para contrarrestar la trombosis, Egaña destaca la importancia de mantener hábitos saludables. Entre las medidas recomendadas están evitar inmovilidades prolongadas, ejercitar las piernas durante períodos largos de sedentarismo, levantarse y movilizarse prontamente tras una cirugía, y controlar adecuadamente condiciones crónicas como la diabetes o la hipertensión. El cuidado en la hidratación, así como evitar el tabaco y el sobrepeso, complementan este enfoque preventivo.
En situaciones donde la trombosis ya ha sido diagnosticada, el tratamiento generalmente incluye el uso de anticoagulantes. No obstante, en escenarios de trombosis arterial podrían requerirse intervenciones adicionales, tales como la colocación de stents o la ejecución de angioplastias para restaurar el flujo sanguíneo en la arteria afectada.
La información compartida por el Dr. Egaña durante esta conmemoración mundial busca no solo sensibilizar sobre la trombosis, sino también instar a la población a adoptar estilos de vida que minimicen sus riesgos asociados.