La obesidad es un problema persistente y severo que afecta a la salud y calidad de vida de millones de personas alrededor del mundo, especialmente en Euskadi, donde un 46,4% de la población adulta enfrenta el sobrepeso y un 16% de ellos sufre de obesidad. En aquellos casos donde las soluciones convencionales como la dieta, el ejercicio y los medicamentos no funcionan, la cirugía bariátrica emerge como una solución efectiva.
Entre las opciones de cirugía bariátrica se encuentran las técnicas restrictivas, como la gastrectomía en manga, que limitan la ingesta reduciendo el tamaño del estómago; las técnicas malabsortivas, como el cruce duodenal, que reducen la absorción de nutrientes al modificar el recorrido intestinal; y las técnicas mixtas, como el bypass gástrico, que combinan ambos enfoques. Según José Luis Elósegui, jefe del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo de la Policlínica Gipuzkoa, la gastrectomía en manga y el bypass gástrico destacan como las más utilizadas a nivel mundial.
La cirugía bariátrica ha evolucionado significativamente, y hoy se considera una herramienta segura y eficaz. Las técnicas mínimamente invasivas como la laparoscopia y la cirugía robótica han mejorado notablemente la experiencia postoperatoria, reduciendo el dolor, el tiempo de recuperación y los riesgos asociados. Este enfoque moderno es también multidisciplinario, integrando apoyo nutricional y psicológico, y en algunos casos, tratamiento farmacológico para optimizar la pérdida y mantenimiento de peso.
El objetivo principal es no solo la pérdida significativa de peso, sino también la mejora en las condiciones de salud asociadas con la obesidad. Sin embargo, el compromiso del paciente con un cambio de hábitos es esencial para asegurar resultados duraderos. El Dr. Elósegui subraya la importancia de seguir hábitos saludables, ejercicio regular y controles médicos periódicos para no recaer en patrones dañinos.
Errores comunes tras la cirugía incluyen no adherirse a la dieta recomendada, olvidar la hidratación adecuada, consumir alimentos no aconsejados y omitir el ejercicio físico. Un error crítico es no seguir con los controles médicos, pues muchas personas tienden a relajar sus hábitos una vez observan los primeros resultados positivos, lo cual puede conducir a la recuperación del peso perdido. La obesidad, al ser una enfermedad crónica, requiere un control médico constante.
Recientemente, se han empezado a utilizar medicamentos como liraglutida, semaglutida y tirzepatida para mejorar y mantener la pérdida de peso antes o después de la cirugía, focalizándose en resultados a largo plazo.
El especialista resalta que la cirugía bariátrica no es una solución mágica, sino una herramienta para mejorar la vida y prevenir enfermedades más graves. La severidad de la obesidad no solo modifica el aspecto físico, sino también la movilidad, la autoestima y la salud global. El proceso quirúrgico representa un nuevo comienzo, y los potenciales pacientes son animados a informarse, hablar con personas que han pasado por lo mismo y consultar con expertos para tomar decisiones seguras y sin temor, apoyados siempre por un equipo multidisciplinar que incluye médicos, nutricionistas y psicólogos.