El ciclista castellano manchego, que hoy disputaba su tercera prueba en el pelotón sub23 luego de competir en triatlón anteriormente, arrasó en la cita más importante del año de la categoría.
Javier Romo destrozó, gracias a su gran capacidad física y su talento especial para ir en bicicleta, todas las lógicas. El castellanomanchego procedente del mundo del triatlón, ganó el Campeonato de España luego de disputar previamente dos pruebas en el pelotón sub23. Una gesta sensacional que cobra aún más relevancia por la forma en la que lo llevó a cabo; marchándose en solitario cuando restaban más de 35 kilómetros y culminando su obra con una ventaja bajo el arco de meta de más de dos minutos sobre Jokin Murguialday, plata, y Eduardo Pérez-Landuce, bronce.
Fernando Tercero, en su primer año en la categoría, firmó un gran noveno puesto, a 3:48 de su compañero de selección, y Jorge García llegaba el 29, con 8:52.
“Estoy muy emocionado, no me lo creo mucho. Llevo muy poco en el ciclismo, la de hoy era tan solo mi tercera carrera. He salido con miedo, porque ha habido varias caídas y me ha afectado una de ellas. Pero me he ido sintiendo cómodo, con fuerzas y lo he intentado. Pensaba que no iba a llegar, pero al final he tenido energías y lo he logrado”, ha explicado tras enfundarse el maillot de campeón de España Javier Romo, que ha añadido que “me encanta el ciclismo y sabía que en algunos test tenía buenos números, pero la competición es muy diferente y no me esperaba tanto”
El desarrollo de la carrera estuvo marcado en sus primeros compases por el nerviosismo del pelotón desde la salida. Tensión que terminó traduciéndose en varias caídas que dejaron magullados y sin opciones a algunos favoritos como Arturo Grávalos o Jon Barrenetxea. Poco después, hubo que neutralizar la carrerar debido a que un autobús se quedó atravesado en un punto de paso de la prueba y, debido al tiempo transcurrido hasta que se recuperaron todas las condiciones de seguridad requeridas, la reanudación conllevó la supresión de una de las vueltas programadas.
Después del nuevo banderazo de salida, Madrid y Asturias fueron las selecciones más activas, mereciendo especial relevancia la actitud de Raúl García Pierna, que propuso varios ataques. Ninguno fue fructífero, pero provocó que el pelotón empezara a seleccionarse.
Bennassar, al que se unieron Josu Etxeberría, Jiménez y Balderstone, tomaron la alternativa al madrileño para lograr una ventaja superior a los 30” en la ascensión al circuito cuando faltaban 60 kilómetros para el final. Euskadi logró controlar su movimiento y con la entrada en las dos vueltas finales empezó a fraguarse la exhibición de Javier Romo.
El castellanomanchego formó un corte junto a otros ocho ciclistas de los que se destacó junto a Azparren y Nicolau para afrontar en la delantera la penúltima subida del circuito. Estos tres ciclistas no permanecieron unidos ni un kilómetro, ya que Romo cambió rápidamente el ritmo y ninguno de los dos encontró piernas para responder su ataque. Desde entonces, pudimos disfrutar de un enorme recital de fuerza y poderío que le permitió incrementar de manera imparable la ventaja con respecto a sus perseguidores. Una exhibición que impresionó a todo el ciclismo nacional y que revela las enormes capacidades innatas de Javier Romo en este deporte.
Por detrás tuvo lugar una intensa batalla por los otros dos peldaños del podio, que finalmente fueron conquistados por Jokin Murguialday, que se va de este Campeonato de España con dos platas, y Eduardo Pérez Landaluce, que tras marcharse en solitario y hacer más de 20 kilómetros en segunda posición ha sido cazado por el vasco en los instantes finales.
Murguialday, que se vio afectado por las caídas del inicio y tuvo que hacer un gran esfuerzo por volver a contar, rodaba junto a Alex Martín, Carlos García, Pablo García, Iñigo González y F. J. Agea en el primer grupo perseguidor hasta que a menos de cinco kilómetros para el final ha arrancado con fortaleza, ha logrado zafarse de sus acompañantes y cazar a Landaluce para terminar en segunda posición.