En un mes de noviembre marcado por la competitividad en la Primera Nacional masculina de Castilla-La Mancha, Jacobo Garrido ha logrado un hito significativo al obtener su primer galardón como entrenador del mes. Este reconocimiento llega tras haber guiado al CB Daimiel a tres victorias consecutivas en sus partidos, incluido un emocionante duelo contra BAZU, considerado uno de los principales favoritos para el ascenso. Actualmente, el equipo daimieleño se sitúa en la segunda posición de la liga, a solo una victoria del líder, aunque con un partido menos disputado.
El CB Daimiel ha formado un equipo potente, compuesto por jugadores con experiencia en ligas superiores, lo que ha resultado en un arranque positivo en la competición. Garrido, en su primera experiencia como entrenador en esta categoría, ha sabido gestionar la plantilla con astucia, llevando al equipo a destacar entre sus rivales. En una reciente conversación, el entrenador compartió sus impresiones sobre el inicio de la temporada y los desafíos que han enfrentado.
A la pregunta sobre la dureza y el equilibrio de la competición, Garrido expresó su sorpresa. «Cada partido es un nuevo desafío, y nos hemos encontrado con equipos muy bien preparados y con estrategias sólidas. Es más competitiva de lo que esperábamos, lo que nos obliga a estar siempre en el máximo nivel».
Acerca de los equipos que están mostrando un rendimiento notable, Garrido identificó a BAZU y Rado Pakolo Almansa como los más consistentes hasta el momento. «Nuestro duelo con BAZU fue un claro ejemplo de la calidad de la competencia. Creo que estos equipos estarán entre los que peleen por el ascenso, pero es importante no subestimar a aquellos que se están reforzando y que podrían sorprender en la segunda mitad de la temporada».
La intensidad de la liga ha sido uno de los aspectos que más ha llamado la atención de Garrido. «Incluso los equipos menos esperados han dado batallas muy duras», comentó, resaltando también el papel fundamental que el apoyo de los aficionados ha jugado en el rendimiento del equipo.
Mirando hacia el futuro, el entrenador anticipa la llegada de la Copa, que se celebrará en su cancha a principios de febrero. Sobre este evento, Garrido reflexionó sobre las ventajas y desventajas de ser anfitrión. “Tener a nuestros aficionados apoyándonos puede ser una gran ventaja en momentos clave, aunque también puede generar presión”. Sin embargo, su sensación es optimista: “Creo que el apoyo local nos beneficiará más de lo que nos perjudicará”.
Con un inicio prometedor y una plantilla dotada de experiencia, Jacobo Garrido y el CB Daimiel se preparan para afrontar los retos que vienen, con la clara ambición de luchar por el ascenso y consolidarse como un equipo competitivo en la liga.
Fuente: Federación de Baloncesto de Castilla-La Mancha
