Invertir en viviendas de costa: precios, rentabilidad o revalorización futura, algunos aspectos a valorar este 2023

El turismo en España ha evolucionado positivamente en los últimos tres años, lo que ha sido un gran impulso para la economía del país. Esta tendencia se espera que continúe en los próximos meses, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que muestra que los viajes nacionales se incrementaron un 4,2% interanual en el último trimestre de 2022 y que España recibió la visita de 13,7 millones de turistas internacionales en el primer trimestre de 2023.

Esto, junto con factores como el verano y el auge del alquiler vacacional, está convirtiendo la adquisición de una segunda residencia en la costa en una buena oportunidad de inversión. Pero, ¿qué hay que tener en cuenta antes de invertir en una segunda vivienda en la costa? Solvia, especialistas en servicios inmobiliarios para particulares, empresas e inversores, identifica los principales factores a considerar.

En primer lugar, hay que tener en cuenta el precio promedio de la vivienda en diferentes zonas. Según datos del Colegio de Registradores, las provincias más asequibles para comprar una vivienda en la costa son Lugo (917 €/m²), Almería (1.072 €/m²) y Murcia (1.101 €/m²). Por otro lado, las provincias más caras son Guipúzcoa (3.366 €/m²), Islas Baleares (3.027 €/m²) y Vizcaya (2.862 €/m²).

En segundo lugar, se debe considerar la opción de destinar la vivienda al alquiler vacacional. Aunque esto puede proporcionar ingresos más altos, también requiere una mayor dedicación en términos de promoción, gestión de reservas, limpieza y mantenimiento de la propiedad.

En tercer lugar, es importante tener en cuenta las desgravaciones fiscales, que cambian según el uso que se dé a la vivienda. Si se alquila como vivienda habitual, habría una deducción del 60% de los beneficios, pero si se arrienda como alojamiento turístico, se tributa en el IRPF como rendimientos del capital inmobiliario los días que permanezca ocupada y por imputación de rentas los días que esté vacía.

En cuarto lugar, es importante considerar dónde se puede obtener mayor rentabilidad y la revalorización futura del inmueble. Aunque prácticamente todas las zonas de costa suelen reportar rentabilidad, hay algunos puntos que podrían asegurar mayores rentabilidades.

Por último, aunque la inversión en segundas viviendas siempre ha estado más enfocada a la segunda mano, la nueva construcción se ha posicionado como el producto que mejor responde a las prioridades residenciales de la demanda en alquiler debido a sus múltiples ventajas, como grandes superficies, luz natural, eficiencia energética, zonas comunes, entre otros.

Solvia ha lanzado su campaña de verano con inmuebles a precios ajustados para destinar a segundas residencias o una selección de chalets independientes en su mayoría en zonas costeras. La cartera seleccionada está integrada por más de 7.500 viviendas, con un precio medio de 58.000 euros y una superficie media de 118 m².

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