Internos de Herrera de la Mancha participan en un curso de AIETI sobre violencias machistas y nuevas masculinidades

Con esta formación se pretende dar a conocer qué es la violencia de género a través de la promoción de las  masculinidades  y del teatro como herramienta para desmontar de una manera lúdica “la educación y socialización patriarcal”.

La Asociación de Investigación y Especialización sobre Temas Iberoamericanos (AIETI) ha puesto en marcha la segunda edición del módulo formativo en masculinidades y prevención de violencias machistas en el Centro Penitenciario de Herrera de la Mancha (Ciudad Real), donde participan más de 40 internos, y que ha sido organizado en colaboración con la entidad Proyecto Hombre Castilla-La Mancha y enmarcado en el proyecto ‘Contribución a la construcción de una sociedad libre de violencias y al logro del ODS 5’, financiado por el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha.

“Son hombres que han cometido algún delito que no tiene porqué estar relacionado con temas de género ya que cualquier hombre puede generar violencia machista”, explica David Kaplún, consultor en género y masculinidades y formador en este taller.

Y es que, según recuerda el especialista, los hombres que ejercen violencia machista “no tienen un perfil”. “Lo único que comparten es que tienen una actitud machista, puede ser cualquier hombre: desde un chaval de FP, hasta un hombre que estudia un doctorado, un fontanero o un catedrático. Lo único que tienen en común es una cultura machista arraigada”, recuerda.

Por ello, el fin del curso “es deconstruir este modelo machista haciéndolo consciente. Analizamos dónde y cuándo se mantiene este modelo a través de ejemplos cotidianos: cómo repartimos las tareas, que hacemos en el día a día, los estereotipos sobre las personas, cómo y con qué personas se relacionan, si son del mismo sexo, etc”.

“De esta forma también se les transmite la importancia del papel de los hombres en la identificación, prevención y detección de la violencia de género”, destacan desde AIETI.

Según Kaplún, “la idea de la formación es hacer responsable a los hombres de todos los daños que hacen por ser hombres”. Y es que, tal y como destaca el consultor, “el hecho de ser socializados como chicos” legítima que los hombres ejerzan cualquier tipo de violencia, y concretamente la violencia de género. “La sociedad nos permite, nos aplaude, cuando ejercemos violencia”, señala.

Así, en su socialización, “los hombres hacen una disociación dejando a un lado esa parte violenta calificándola como normal y como una broma, para seguir adelante con su vida”. Por ello, el taller aborda los aspectos generales de la masculinidad hegemónica y cómo se manifiestan.

El papel del teatro en la lucha contra las violencias machistas

Como ya viene siendo habitual en las acciones de AIETI, el taller sobre nuevas masculinidades del Centro Penitenciario de Herrera de la Mancha también contará con la colaboración del actor Adolfo Fernández para introducir el enfoque teatral y así una manera lúdica de abordar “la educación y socialización patriarcal”.

Teatro, género e igualdad se unen para “profundizar en el debate y propiciar la expresión corporal, la sensibilidad, la creatividad y el intercambio de emociones”. Y es que, según el formador, incluir las emociones es clave si se quiere conseguir un cambio.

La formación se extiende a usuarios de la entidad Proyecto Hombre de Castilla-La Mancha

Con este objetivo de frenar la masculinidad violenta desde la erradicación de la violencia de género también se realiza este taller con 100 varones usuarios de los diferentes programas y servicios de la entidad Proyecto Hombre de Castilla La Mancha[am1] , llevándose a cabo en las cinco provincias de la región.

Tal y como destaca Kaplún, el taller  ‘Deconstruyendo masculinidad, construyendo masculinidade(s) “está basado en la violencia de género, no en la violencia en general, ni la basada en la raza o la clase. Aún así, los resultados de la formación afectan al comportamiento violento en general.  “Este curso tiene perspectiva de género pero la onda expansiva es mucho mayor, está pensada para que podamos plantearnos y reflexionar sobre otras violencias, teniendo en cuenta que como chicos estamos teniendo una formación muy tóxica en este sentido”, señala.

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