En una unión de esfuerzos por la igualdad y en conmemoración del Día Internacional de las Mujeres, el Ayuntamiento de Toledo, la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y el Gobierno de la región se aliaron el lunes con la Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural (Afammer). En este sentido, han manifestado que la igualdad es un derecho humano fundamental y que debe ser considerada un valor transversal, enfatizando la necesidad de que las nuevas generaciones continúen con el legado de luchar contra las disparidades existentes.
Durante la apertura de la jornada titulada ‘La igualdad, un legado entre generaciones’, organizada por Afammer, Carmen Quintanilla, presidenta nacional de la asociación, incidió en la importancia de mantener vivos los esfuerzos para asegurar la igualdad de oportunidades para todas las mujeres, no solo en el ámbito rural sino también en un contexto más amplio. Sextanilla expresó la preocupante posibilidad de que se pierdan libertades y equidad bajo ciertos «discursos encontrados» que fomentan el desacuerdo entre géneros y que cuestionan la lucha contra la violencia de género.
El alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, resaltó los logros obtenidos desde 1982, año en el que las mujeres rurales eran prácticamente invisibilizadas, y el rol esencial de líderes como Quintanilla para hacerlas visibles. Velázquez también describió la igualdad como un valor «irrenunciable» y mencionó las más de 30 iniciativas planeadas por su administración para celebrar el 8 de Marzo.
Por su parte, la vicerrectora de Coordinación, Comunicación y Promoción de la UCLM, Leonor Gallardo, resaltó el apoyo al talento femenino que ofrece la universidad, recordando que más del 60% de sus estudiantes son mujeres. Hizo referencia a la Cátedra de Empresa, Mujer y Mundo Rural, establecida en colaboración con Afammer, como un ejemplo del compromiso para dar visibilidad a las mujeres en el medio rural.
Sara Simón, consejera de Igualdad, subrayó la significación del Día Internacional de las Mujeres y la importancia de abordar las brechas económicas, laborales, sociales y de cuidado, así como las diferencias en deporte, cultura y ciencia, que impiden la plena igualdad de las mujeres. Acentuó la necesidad de políticas transversales y el esfuerzo conjunto entre hombres y mujeres para avanzar hacia una sociedad más igualitaria.
Finalmente, Simón destacó el Estatuto de las Mujeres Rurales, como un mecanismo que promueve la igualdad en el acceso al trabajo en varios sectores rurales, y puso en valor la figura de Carmen Quintanilla como inspiración para que las mujeres rurales asuman roles activos en sus comunidades. Frente a la voz de quienes niegan las desigualdades de género, concluyó con un llamado a la unidad y al progreso conjunto.
