La acupuntura sufre un nivel elevado de intrusismo por personal no facultativo, lo cual supone un incumplimiento de la legislación vigente y un riesgo grave para la salud de los pacientes. Además, esto también afecta al prestigio de la acupuntura y los médicos que la utilizan como herramienta terapéutica.
El RD 1277/2003 establece las bases generales sobre la autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios, con el objetivo de garantizar la seguridad y calidad de la atención sanitaria. En este sentido, el RD acoge la unidad asistencial U101 Terapias no convencionales, que abarca tratamientos realizados por médicos mediante técnicas de estimulación periférica con agujas, incluyendo la acupuntura y sus técnicas relacionadas.
Esta norma ha sido ratificada por distintas sentencias de tribunales superiores de justicia, lo cual evidencia que el tratamiento con estimulación periférica con agujas, es decir, la acupuntura, debe ser realizado exclusivamente por médicos.
A pesar de esto, en España se observa una proliferación de establecimientos que no cumplen la normativa y ofrecen acupuntura sin contar con la acreditación U101 y sin contar con personal facultativo. Esto representa un grave riesgo para la seguridad de los pacientes, ya que se brinda un tratamiento sin un diagnóstico adecuado, sin prescripción médica y sin control ni supervisión facultativa.
La Sociedad de Acupuntura Médica de España (SAME) y la Asociación del Defensor del Paciente han notificado esta situación a las autoridades competentes, como las Consejerías de Salud de las CC.AA., el Ministerio de Sanidad y el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM). Sin embargo, la respuesta por parte de estas autoridades ha sido irregular y escasa, y en muchos casos se ha negado la existencia de este problema.
A pesar de que algunas CC.AA. están tomando acciones de control contra los establecimientos que incumplen la normativa y están cerrando dichos establecimientos, es necesario un mayor compromiso por parte de las autoridades competentes. Desde la SAME y la Asociación del Defensor del Paciente se insta a las autoridades a realizar una campaña de información sobre las actuaciones para garantizar el cumplimiento de la normativa y el riesgo para la salud que supone acudir a centros sin autorización correspondiente para realizar acupuntura.
Además, se pide a las autoridades sanitarias y al CGCOM que promuevan acciones que garanticen la seguridad del paciente y que todas las actividades sanitarias intervencionistas sean realizadas por profesionales médicos cualificados. También se solicita al Ministerio de Sanidad que impulse y coordine la función de la Inspección ante los establecimientos que ofrecen servicios de acupuntura.
En resumen, es urgente tomar medidas para combatir el intrusismo en la acupuntura y garantizar la seguridad de los pacientes. Las autoridades competentes deben actuar de manera activa y contundente en este tema, velando por el cumplimiento de la normativa y protegiendo la salud de los ciudadanos que acuden a estos centros irregulares.