Innovación Aeroespacial: La Revolución Energética en el Sector de la Construcción

En respuesta a la creciente preocupación por el calentamiento global y sus efectos perjudiciales sobre el medio ambiente y la calidad de vida de las personas, una nueva tecnología promete ser un cambio de juego en la lucha contra el cambio climático. El verano de 2023, marcado como el más caluroso en el hemisferio norte durante los últimos 2000 años, evidencia el agravamiento de las olas de calor, siendo un claro ejemplo de la urgencia de abordar la eficiencia energética en la arquitectura.

En España, alrededor de 25 millones de viviendas poseen una clasificación energética letra E, lo que indica una baja eficiencia causada mayormente por la insuficiencia de aislamiento térmico. Esto se traduce no solo en un aumento significativo en el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero sino también en un confort térmico reducido dentro de los hogares.

La compañía fischer, conocida por su espíritu innovador y por ser la creadora del taco de nylon, se ha inspirado en la tecnología utilizada por la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) para proteger cohetes y satélites en reingresos a la atmósfera, que alcanzan temperaturas de hasta 1800°C. Esta tecnología, adaptada al sector de la construcción por fischer, busca mejorar la calidad de vida de las personas y contribuir a la lucha contra el cambio climático.

El producto de esta innovación, conocido como Escudo Térmico Total (ETT), se basa en micropartículas cerámicas nanoestructuradas de dióxido de titanio (TiO2), capaces de reflejar la luz visible y los rayos infrarrojos cercanos. Este efecto barrera térmica, gracias a su baja conductividad, crea un aislamiento superior que puede mantener la temperatura interior de un edificio hasta 15°C más baja que la temperatura exterior, sin necesidad de intervenciones arquitectónicas complejas.

Además de su aplicación en entornos residenciales, el ETT demuestra ser versátil al ser aplicable en diversos sectores como el industrial, incluyendo cubiertas de naves, torres de refrigeración, y granjas agrícolas, donde no solo reduce los costes de climatización sino también la huella de carbonomaí de la actividad humana. Otro beneficio destacado es la capacidad del ETT de generar iones negativos, contribuyendo así a un ambiente interior más saludable, libre de bacterias y mejorando la calidad del sueño.

Esta innovación fue presentada en la reciente feria de construcción Construmat en Barcelona, destacando el continuo compromiso de fischer con la innovación, la sostenibilidad y la seguridad. José Luis Massana, CEO de fischer ibérica, enfatiza la necesidad de promover iniciativas y políticas que fomenten la inversión en eficiencia energética para afrontar el desafío climático de manera efectiva.

Con 75 años de historia, el grupo de empresas fischer emplea a 5.600 personas y está presente en 38 países, incluyendo España. Alojada en el corazón de la Selva Negra en Waldachtal, Alemania, la empresa sigue bajo la propiedad de la familia Fischer, actualmente liderada por el Profesor Klaus Fischer. Con más de 20.000 referencias y 1.500 patentes, sus innovaciones siguen marcando la pauta en la industria de la construcción.

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