En 2023, el País Vasco registró un total de 4.984 nuevos casos de cáncer de mama, de acuerdo con las estadísticas del Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). A nivel nacional, la cifra alcanzó los 35.301 diagnósticos, con el cáncer de mama representando aproximadamente el 30% de los cánceres diagnosticados en mujeres, según informa la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer. A pesar de estas cifras alarmantes, la AECC ofrece un pronóstico positivo, con una tasa de supervivencia a cinco años del 82,8%, que se eleva al 99% cuando la enfermedad está localizada exclusivamente en la mama.
El programa de cribado de Osakidetza fue crucial en el primer semestre de 2024, detectando 423 tumores malignos en mujeres en el País Vasco. Estos resultados destacan la importancia de los programas de detección precoz. Ignacio Lobo, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia de Quirónsalud Bizkaia, enfatiza la necesidad de que las pacientes sean proactivas en el cuidado de su salud. Aunque los servicios de salud habitualmente inician los cribados a partir de los 50 años, en consulta se suelen comenzar desde los 40. Los cribados pueden realizarse de forma anual o bianual, dependiendo de la edad y las condiciones personales de cada paciente. «Es esencial acudir a las convocatorias de cribado para realizarse las pruebas correspondientes», afirma Lobo.
Además, el doctor resalta la combinación de autoexploración mensual y visitas al especialista como claves para una detección temprana. Frente a cualquier bulto, dureza o cambio en la mama, se debe buscar atención profesional de inmediato. Aunque al principio las autoexploraciones pueden resultar extrañas, con el tiempo las mujeres aprenden a reconocer lo que es normal en su cuerpo, lo que les permite identificar cualquier anomalía de forma rápida.
Junto con la autoexploración, las exploraciones radiológicas periódicas indicadas por el especialista son fundamentales. Estas pueden incluir mamografías o ecografías, y en ocasiones se combinan para lograr una mayor precisión diagnóstica. Asimismo, adoptar un estilo de vida saludable es vital para reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Esto incluye no fumar, mantener un peso adecuado, seguir una dieta equilibrada y realizar actividad física regular, lo que no solo contribuye al bienestar general, sino que además fortalece el sistema inmunológico.
En el contexto del Día Internacional del Cáncer de Mama, se refuerza la importancia de la prevención y detección precoz como las mejores estrategias para abordar esta enfermedad a tiempo. Desde Quirónsalud Bizkaia, se anima a todas las mujeres a ser proactivas en el cuidado de su salud, asistiendo a las revisiones recomendadas y manteniendo un control regular de su bienestar.
Tags: aecc, autoexploración y detección temprana, hospital quirónsalud bizkaia, lucha contra el cáncer de mama.