Incentivando la participación de personas, colectivos y entidades para el nuevo decreto que regula los distintivos de mejores prácticas en consumo

La Consejería de Sanidad ha habilitado un período de información pública para la formulación de alegaciones al proyecto de decreto que regula los distintivos de mejores prácticas en consumo, cuyo plazo concluye el próximo viernes 4 de mayo.

Dos son los objetivos principales que incorpora el nuevo enfoque de estos méritos. Por una parte, promover la gestión de la innovación frente a la obsolescencia del planteamiento de algunos sistemas de calidad, principalmente mediante dos instrumentos: la autorregulación y los códigos de conducta; así como la comparación de mejores prácticas o ‘benchmarking’.

Y por otra parte, ampliar el rango de potenciales acreedores de dichos distintivos extendiendo su reconocimiento más allá de la actividad y práctica empresarial; dado que la intervención de otros agentes también puede producir impacto positivo en la protección de las personas consumidoras y contribuir a mejorar las políticas regionales de consumo.

En definitiva, con esta nueva normativa el Gobierno regional pretende incentivar la participación proactiva de personas, colectivos, organizaciones, entidades y empresas en la adopción o implementación de iniciativas, de forma voluntaria, que redunden en un mayor bienestar para las personas consumidoras y usuarias de la región; y que además puedan servir de modelo a replicar por terceros, o bien, constituyan fuente de inspiración para la emergencia de nuevas iniciativas al respecto.

Méritos a valorar

Serán méritos a valorar que las personas físicas y jurídicas, titulares de establecimientos o empresas que comercialicen productos y bienes o presten servicios o las organizaciones, entidades o instituciones desarrollen actividades que impliquen, por ejemplo, la adopción de medidas de autorregulación o corregulación; la participación en programas de Responsabilidad Social de Empresas (RSE) y Consumo; aquellas acciones que favorezcan la accesibilidad a los colectivos de personas consumidoras vulnerables o que promuevan la igualdad de género.

Asimismo, se tendrán en cuenta también el conjunto de acciones de innovación, desarrollo e investigación en el marco de la innovación social o tecnológica aplicada a la protección de las personas consumidoras; el fomento de la transparencia, la simetría informativa, la confianza y la reputación en términos de consumo; así como, la adopción de medidas contra el desperdicio alimentario y la sobreproducción y sobreconsumo en general o contra la obsolescencia programada, en particular.

Dado el carácter innovador y dinámico de las prácticas a reconocer, los méritos que se contemplan podrán ser actualizados o modificados para adaptarlos a la realidad del mercado en cada momento.

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