Inauguran la Red de Farmacias Cardioprotegidas en Gipuzkoa para Mejorar la Seguridad de los Pacientes

Gipuzkoa ha dado un paso significativo en la mejora de la atención médica de emergencia al establecer la primera red de Farmacias Cardioprotegidas en el País Vasco. Esta innovadora iniciativa, lanzada por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Gipuzkoa (COFG), marca un hito en la región al combinar la instalación de desfibriladores semiautomáticos con formación especializada para farmacéuticos en el manejo de situaciones de paro cardiorrespiratorio.

En total, 22 farmacias se han unido a esta red, que busca fortalecer la capacidad de respuesta inmediata ante emergencias cardíacas. La presencia de desfibriladores y la capacitación de 93 farmacéuticos hasta la fecha son elementos clave para garantizar que la atención de primeros auxilios sea rápida y efectiva. La red se distribuye estratégicamente en la provincia, con 13 farmacias en San Sebastián, 3 en Zarautz y otras en localidades como Pasaia (Antxo), Oiartzun, Tolosa, Getaria y Zumaia.

La iniciativa subraya el papel crucial que juegan las farmacias de Gipuzkoa como puntos de salud de referencia y destaca su compromiso con la salud pública. «Queremos aprovechar nuestra capilaridad, formación e implicación para colaborar en una respuesta eficaz ante emergencias», afirman desde el COFG. La proximidad de las farmacias y la formación de sus profesionales son esenciales para reducir tiempos de respuesta, un factor crítico para aumentar las probabilidades de supervivencia.

El proyecto también pretende crecer en el futuro, con la intención de incluir más farmacias y extender la cobertura por todo el territorio, lo que facilitará que un mayor número de personas pueda beneficiarse de este servicio esencial. Las farmacias que forman parte de la red están identificadas externamente y mapeadas tanto en el sitio web del COFG como en el mapa de desfibriladores del Departamento de Salud del Gobierno Vasco.

Esta colaboración entre instituciones, farmacias y ciudadanía no solo busca salvar vidas, sino también establecer una red sanitaria más robusta y accesible. El proyecto es un ejemplo de cómo la cooperación en el ámbito sanitario puede tener un impacto tangible en la salud y seguridad de la comunidad, reforzando la confianza en las farmacias como actores fundamentales en situaciones de emergencia.

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