La interacción entre la meteorología y la energía eólica onshore es crucial para el desarrollo sostenible y la optimización de este tipo de energía renovable. Los expertos en meteorología juegan un papel fundamental en el análisis de las mejores ubicaciones para instalar aerogeneradores, garantizando así la máxima eficiencia y rentabilidad de los proyectos eólicos a lo largo de su vida útil. Según explica David, un profesional del campo, «el trabajo de un meteorólogo es ayudar a las compañías en la evaluación e identificación de los emplazamientos más óptimos… y que puedan tener datos fiables de la previsible producción del proyecto para conocer con la menor incertidumbre posible la rentabilidad de sus inversiones».
Una parte esencial de su labor incluye proporcionar información precisa a traders y gestores de energía, permitiéndoles estimar la producción de los parques eólicos y organizar su venta, ya sea en el Mercado Eléctrico o directamente a clientes mediante Acuerdos de Compra de Energía (PPAs). Además, estos especialistas alertan sobre fenómenos meteorológicos extremos que pueden afectar no solo la generación de energía, sino también la operación y el mantenimiento de estos parques.
Para que los aerogeneradores comiencen a funcionar y produzcan electricidad, se requiere una velocidad del viento de entre 3 a 4 metros por segundo (aproximadamente 19.8 km/h). No obstante, existen límites de seguridad que, al alcanzarse ciertas velocidades del viento (alrededor de 25 metros por segundo o 90 km/h), obligan a detener los aerogeneradores para evitar daños o colapsos de los equipos. Esta medida de seguridad destaca la importancia de entender no solo la velocidad, sino también los tipos de viento y su impacto en la energía eólica.
Los vientos se clasifican de acuerdo con su fuerza, dirección y duración, variando desde ráfagas breves hasta fenómenos más extensos como huracanes o tifones. En el contexto español, vientos locales como el Cierzo, el Solano y la Tramontana tienen un impacto considerable en la generación de energía eólica en diversas regiones del país.
España, con su diversidad de vientos regionales y locales, se presenta como un campo fértil para la explotación de la energía eólica onshore. La comprensión profunda de estos patrones de viento es esencial para maximizar la eficiencia y rentabilidad de los proyectos eólicos, remarca la importancia de la estrecha colaboración entre meteorólogos y el sector energético. Esto asegura desenvolver una estrategia de energía renovable más robusta y sostenible, donde el conocimiento y la tecnología van de la mano para el mejor aprovechamiento de los recursos naturales disponibles.
La relevancia de la energía eólica onshore, apoyada en el análisis meticuloso de las condiciones meteorológicas, refuerza el compromiso con una transición energética sostenible y evidencia el papel clave que los meteorólogos desempeñan en la consolidación de fuentes de energía limpias y renovables.