La Consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, anunció el jueves, durante su visita al centro Operativo de Aqualia Castilla-La Mancha, el avance significativo que representará la implementación del telecontrol en los sistemas de abastecimiento de agua de los ríos Bornova, Tajuña y Picadas-Almoguera en la provincia de Guadalajara. El proyecto promete una reducción del 10% en el consumo de agua, lo que constituye un paso adelante para la sostenibilidad y eficiencia de los recursos hídricos en la región.
Los sistemas de abastecimiento mencionados impactan directamente a más de 390,000 habitantes y 145 municipios, que se verán beneficiados por el nuevo control. La consejera explicó que este sistema permitirá el monitoreo en tiempo real del agua potabilizada enviada a los depósitos reguladores, así como la detección oportuna de fugas y averías.
A su vez, la utilización de la inteligencia artificial será clave para llevar a cabo simulaciones que optimicen las necesidades de mantenimiento y mejoren la precisión de los contratos de servicio con empresas como Aqualia. Gómez subrayó el carácter esencial de este avance para la evolución de los sistemas de abastecimiento y afirmó que se efectuarán de forma sostenible.
Para hacer posible el telecontrol, la Consejería de Desarrollo Sostenible instalará placas fotovoltaicas encargadas de suministrar la energía necesaria para estos sistemas de comunicación, los cuales estarán conectados a la central ubicada en la sede de infraestructura del agua de Castilla-La Mancha, en Toledo. Además, Gómez destacó la puesta en marcha de un nuevo sistema de nanofiltración en la potabilizadora de agua para Algodor, beneficiando a una mancomunidad de 45 municipios con una mejora en la calidad del agua.
Por último, la consejera resaltó el compromiso con la sostenibilidad, el aprovechamiento óptimo de recursos a través de los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y la necesidad de que tanto el gobierno como los municipios trabajen conjuntamente en la eficiencia del uso del agua. Su objetivo es lograr un equilibrio en la tarificación del servicio que refleje el valor real del agua, más allá de las pérdidas que se puedan incurrir.
