En la clínica odontológica Sermade, especializada en la salud bucodental de personas mayores y dependientes, el equipo liderado por la doctora Elena Aragonés celebra algo más que una década de entrega y profesionalismo en su campo desde su fundación en 2014. Contrario a lo que podría pensarse, para ellos, el verdadero agradecimiento va dirigido a sus pacientes, quienes, a través de sus historias y experiencias, les enseñan el verdadero significado de vivir despiertos y dar sentido a su profesión.
La realidad de estos pacientes es que enfrentan enormes barreras para acceder a cuidados dentales adecuados, debido a su avanzada edad, problemas de movilidad, o diversas condiciones que requieren un enfoque especializado. No obstante, Sermade se ha propuesto superar estos obstáculos no solo desde una perspectiva profesional sino también humana, asegurando que cada individuo reciba la atención que merece.
La doctora Laura Dmytrejchuk y otros miembros del equipo como Shania Snelling comparten una profunda satisfacción en brindar cuidados a esta población, enfatizando la importancia de la cercanía y el respeto hacia los mayores. El equipo valora las lecciones de vida que reciben a cambio, subrayando que cada paciente lleva consigo una historia única y una oportunidad de apreciar la salud y la felicidad que esta brinda.
Un elemento innovador en la prestación de sus servicios son las clínicas dentales móviles de Sermade. Estas unidades, equipadas como cualquier clínica dental convencional, pero con la flexibilidad necesaria para llegar a quienes de otra manera estarían excluidos, representan un esfuerzo por acercar la atención odontológica a quienes más lo necesitan. Francisco Martínez, auxiliar de Sermade, comparte una anécdota conmovedora de un paciente con Alzheimer, ilustrando el profundo impacto emocional que puede tener un gesto de cuidado y reconocimiento, reforzando la convicción del equipo acerca del valor de su trabajo.
La comunicación juega un papel crucial en el éxito de este enfoque centrado en el paciente. Las experiencias compartidas por Gabriela Auciello del departamento de administración y atención al cliente remarcan la importancia de una coordinación efectiva y el valor de la gratitud tanto de los pacientes como de sus familias.
Ya son diez años desde que Sermade abrió sus puertas, y su historia es un testimonio del impacto positivo que el compromiso y la compasión pueden tener en la salud de las personas mayores y dependientes. A través de innovación, cuidado dedicado y una profunda conexión humana, Sermade no solo enfrenta las barreras para el acceso a cuidados odontológicos adecuados, sino que también refuerza la creencia en la bondad fundamental de su labor.
Mónica Millán, contable de la clínica, resume perfectamente la esencia de Sermade: más allá de ser parte de un proyecto innovador, lo verdaderamente gratificante es ver cómo, día tras día, se lleva a cabo una labor social de profundo impacto, ayudando a poblaciones que de otro modo serían olvidadas. Con su compromiso de seguir adelante, el equipo de Sermade demuestra que el factor humano y el profesional pueden, y deben, ir de la mano en la prestación de cuidados de salud.