Para el curso 2025-2026, las instituciones de educación secundaria, bachillerato y formación profesional (FP) se preparan para implementar una serie de cambios en sus procesos de elección de cursos y grupos, además de la asignación de tutorías. En el sector de FP, destaca una novedad que promete ser significativa en la estructura educativa.
Las escuelas secundarias y los institutos de bachillerato están revisando sus métodos de selección de cursos, con el objetivo de ofrecer una experiencia académica más personalizada. Esto permitirá a los estudiantes adaptar sus trayectorias educativas a sus intereses y necesidades futuras, potenciando el desarrollo de habilidades específicas desde etapas tempranas de su formación.
En cuanto a la asignación de tutorías, se proyecta una reorganización que busca mejorar la orientación académica y personal de los estudiantes. La figura del tutor adquiere mayor relevancia, convirtiéndose en un apoyo clave en el proceso educativo. Este cambio responde a la necesidad de brindar un acompañamiento más cercano y efectivo, especialmente en situaciones de elección académica y personal.
Por otro lado, la formación profesional se enfrenta a un cambio más drástico. Se introduce una novedad que podría transformar la manera en que se estructuran y ofrecen los ciclos formativos. Esta innovación aspira a alinear los programas de FP con las demandas del mercado laboral moderno, fomentando una mayor empleabilidad y adaptación a las transformaciones tecnológicas y sectoriales.
Se espera que estas modificaciones no solo aumenten la eficacia del sistema educativo, sino que también refuercen la motivación y el compromiso de los estudiantes con su aprendizaje. Estas medidas subrayan el compromiso de las instituciones educativas con la mejora continua y la adaptación a los cambios sociales y económicos.
Nota de prensa de ANPE Castilla-La mancha.
