Un guarda rural de Malagón ha realizado una importante intervención esta semana, decomisando más de 600 kilos de aceituna que presuntamente fueron sustraídos y que se pretendía comercializar ilegalmente en la localidad. Los hechos se desencadenaron cuando el individuo, sin la documentación pertinente que demostrara su posesión legal o permiso para tener tal volumen de aceitunas, intentaba realizar la venta en Malagón. La mercancía robada provino de una finca olivarera situada en el municipio de Herencia.
Este exitoso operativo fue posible gracias a la alerta de ciudadanos preocupados, quienes aportaron la información necesaria para que el guarda pudiera actuar con rapidez y eficacia. El Ayuntamiento de Malagón, mediante comunicado de prensa, ha remarcado la relevancia del trabajo de los guardas rurales, quienes desempeñan una función clave en la vigilancia contra hurtos y en la prevención de actividades ilícitas en el ámbito agrario de la zona.
El gobierno local no sólo ha aplaudido la labor de estos profesionales, sino que también ha hecho hincapié en que el resultado de esta intervención refleja positivamente las medidas de seguridad que se han venido implementando en el municipio. Estas estrategias han sido puestas en marcha por el propio Ayuntamiento de Malagón, actuando de manera conjunta con agricultores, centros de recepción y almazaras, con el fin de limitar incidencias de robo y desalentar la compra-venta de aceituna de origen ilícito.
En noviembre del año pasado, el Consistorio malagonero junto a las fuerzas del orden como la Guardia Civil, la Policía Local y la Guardería Rural, intensificaron la supervisión en diversos puntos clave para la industria olivarera, especialmente durante la época de recolección de la aceituna. Estas acciones han tenido como objetivo principal reforzar la seguridad y proteger el patrimonio agrícola de la región, siendo vitales para la conservación del orden y el bienestar económico de los agricultores y productores locales.
