La ONG española Global Humanitaria ha seguido proporcionando ayuda de emergencia en la región de Hatay, dos meses después de los terremotos que han causado más de 50.000 muertos en Turquía y casi 6.000 en Siria. Además, cerca de 24 millones de personas resultaron afectadas y 2,2 millones se han quedado sin hogar. En Hatay, uno de los centros culturales y turísticos del país, hay un modo de supervivencia que obliga a la población a hacinarse en improvisados campamentos. Las lluvias, la falta de productos de higiene, aseos, duchas o ropa limpia han provocado que, tras más de 50 días, las enfermedades epidemiológicas e infecciones empiecen a extenderse. Samandag, una ciudad costera, se ha convertido en el paradigma de la emergencia más extrema. No existen asentamientos oficiales y las familias se agolpan en ríos de tiendas a ambos lados de la carretera que se adentra en la ciudad. Global Humanitaria identifica las necesidades de cada familia y les traslada productos de higiene o comida directamente en sus refugios.