Giselle Lima, una activista de origen venezolano y actual presidenta de la Fundación El Camino a la Felicidad en Panamá, ha puesto en marcha una estrategia innovadora para combatir la creciente ola de criminalidad y corrupción en el país. A través de la educación en valores morales, fundamentada en la guía «El Camino a la Felicidad», de L. Ronald Hubbard, busca promover un cambio significativo en la sociedad panameña.
El traslado de Lima y su familia de Venezuela a Panamá fue motivado por la alarmante situación de criminalidad en su país natal. Sin embargo, al enfrentarse a circunstancias similares en Panamá, identificó una falta aguda de valores morales como el núcleo del problema, lo que la impulsó a liderar una campaña educativa a nivel nacional. Su objetivo es claro: enseñar a la población cómo vivir según principios éticos fundamentales y, de esta manera, revitalizar el tejido social del país.
La iniciativa ha alcanzado un alcance extraordinario gracias a la colaboración entre diversos sectores de la sociedad. La policía, el ejército y funcionarios de gobierno se han unido a la causa, facilitando la diseminación de estos principios morales en cada rincón del territorio panameño. Este esfuerzo colectivo ha demostrado ser un pilar para el proyecto, permitiendo un impacto profundo y extendido.
Los resultados de esta campaña son palpables. Panamá ha visto reducirse su tasa de homicidios significativamente, hasta el punto de ser considerado el país más seguro en América Latina, según datos de Datosmacro.com. Este logro no solo refleja una mejora en la seguridad, sino también un avance en el bienestar de los ciudadanos, subrayando la importancia de los valores morales como fundamento para una sociedad más pacífica y próspera.
El trabajo de Giselle Lima y su equipo ha ganado reconocimiento internacional, siendo destacado en un episodio de la Red de TV de Scientology. Dicha emisión se centra en líderes comunitarios que han marcado una diferencia en sus comunidades, proporcionando una plataforma para visibilizar esfuerzos que, como el de Lima, tienen el potencial de inspirar a otros en distintas partes del mundo.
Este innovador enfoque para erradicar el crimen y fomentar un resurgimiento moral en Panamá destaca el poder de la educación basada en valores y el impacto positivo que puede tener en la sociedad. La dedicación y el compromiso de Giselle Lima con mejorar la vida de los panameños son un claro ejemplo de cómo iniciativas bien dirigidas pueden transformar de manera significativa la realidad de una nación.